PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • Te encuentras simplemente en uno de eso días, siguiendo esa monótona rutina a la que finges haber cogido cariño. Después de años de falsas esperanzas sobre nuevos comienzos, la frustración ha conseguido apoderarse de esas ilusiones que secretamente aun albergas en lo mas profundo de tu ser. Durante años, la crudeza de esa realidad que te rodea se ha encargado de bajarte de las nubes día con día. Todos te contradicen y se ríen, las cosas no van bien, te sientes atrapado en un mundo del que siempre has querido escapar. Sueñas con irte, con volar, con el escape que representan esos veranos al otro lado del océano, fantaseas con una de esas aventuras al más puro estilo Hemingway… Sin embargo, te despiertas a ti mismo y decides poner los pies en la tierra. No hay tiempo para fantasear.\n\n \n El día parece tocar a su fin, se pueden escuchar las voces y ese ruido que produce el movimiento masivo de gente al final del día. Entre el caos sonoro consigues apreciar una vibración que sube desde el bolsillo frontal de tu pantalón. Te apresuras a presionar el botón verde y al llevar el auricular a tu oído te parece escuchar una voz entusiasmada pronunciando lo que nunca antes pensaste posible. No se escucha bien, se oyen tantos sonidos diferentes y entrecruzados que probablemente te has confundido. Sin embargo, bajas las escaleras con esa sensación mezclada de escepticismo, exaltación y confusión, te sientas al lado de esa fuente que hay justo al salir y esperas a que lleguen por ti.\n\n \n Al llegar, observas en tu familia una sensación de exaltación que nunca habías sentido antes. Preguntas en repetidas ocasiones si se trata de una broma colectiva, no puedes creer lo que estas escuchando. Durante 30 minutos permaneces en silencio mirando por la ventana, todo se mueve fuera a cámara lenta, y cobra un nuevo sentido.\n\n \n La aventura de tu vida ha comenzado casi sin darte cuenta. Aun no lo sabes, pero durante esos 60 minutos tu vida comienza a cambiar radicalmente.\n\n \n Pasas varios días sin poder creer lo que se avecina, no te quieres dar cuenta. No sabes lo que quieres, la situación se vuelve en tu contra, como el sueño que se transforma en pesadilla. De repente te enfrentas a lo desconocido, a un cambio tan grande y radical que te acojonas, después de todo eres tan solo un crío a punto de cumplir los 16 años. Por las noches intentas imaginar el cambio, se acelera tu corazón y a la vez se llena de nostalgia al pensar en toda esa gente que muy pronto se quedará atrás, en todos esos recuerdos. Pero antes de caer dormido, finalmente esbozas una sonrisa.\n\n \n Ahora todo comienza a moverse muy rápido, los días parecen minutos y las horas ni si quiera parecen existir del todo: Tú haces inventarios de muebles mientras tus padres corren de un lado a otro haciendo trámites. Surgen extraños compradores de segunda mano que tocan a la puerta de tu casa a las 3 a.m. y que posteriormente intentan timarte a las 8 a.m. Ves a más gente en un mes que antes en toda tu vida; conoces a “amigos de la familia” que jamás habías visto. En fin, demasiadas cosas, para profundizar en detalles.\n\n \n A lo largo de un mes, tu vida comienza a dar un vuelco y a preparase para el gran cambio. Poco a poco vas aceptando los hechos y los cambios venideros. Entre más se acerca la fecha más emocionante y nostálgico se vuelve todo.\n\n \n A falta de 4 días para el gran cambio das una fiesta para los amigos y familiares más cercanos, es una sensación extraña, pareciera que nada va a cambiar y sin embargo dentro de ti sabes que nada será igual a partir de ahora. Al día siguiente, dejas la casa en la que has vivido toda tu vida; al salir de ella te bombardean incesantemente una serie de recuerdos. Mientras el coche se aleja de casa, observas en cámara lenta las calles donde solías jugar, el parque donde aprendiste a montar en bici, la casa de ese gran amigo donde tantos momentos gratos pasaste. Al final te das cuenta de que todos estos sitios tan solo te traen los recuerdos de increíbles personas con las que has compartido grandes momentos.\n\n \n Tras un breve lapsus nostálgico, abres los ojos y te instalas en un hotel en el aeropuerto. Todo es demasiado extraño, sensaciones nuevas y muy intensas. Te aborda nuevamente esa adrenalina y esa emoción por la aventura que siempre deseaste. Durante los tres días que vives en el aeropuerto, vives en un constante balancín de expectaciones y nostalgias, descubres a esos amigos que de verdad valen y sobre todo, la importancia de estar con tu familia y de poder emprender esta aventura juntos. Finalmente, te montas en ese avión que te llevará al otro lado del mundo y que cambiará tu vida para siempre.\n\n \n Abres los ojos, has estado soñando. Te levantas con la intención de llamar a tu mejor amigo y planear un domingo en el cine por todo lo alto. Cuando te levantas de la cama, observas unas cortinas que no te son familiares, te aproximas a ellas y las abres con fuerza, al mirar por la ventana te das cuenta de que no estabas soñando. Estás en África, viviendo tu aventura, siguiendo tu camino y comenzando un nuevo episodio de tu vida. \n
sioc:created_at
  • 2010-04-30 15:06:18
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/itinerante/2010/4/30/30-minutos-y-60-dias (xsd:anyURI)
sioc:title
  • 30 minutos y 60 días
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all