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Supe por primera vez de Sebastián de Romero Radigales en un libro al que debo datos, cifras e ideas, un libro imprescindible para quien esté interesado en este asunto: Historia de los judíos sefardíes. De Toledo a Salónica, de Esther Benbassa y Aron Rodrigue, publicada en Madrid, Abada, en 2004. Es un estudio serio y riguroso, que aborda aspectos históricos, geográficos, culturales, económicos e ideológicos del mundo de los sefardíes y que trata de hacer la crítica (bien argumentada) de muchos de los mitos que los han rodeado. \n\nLa semana pasada visité el Museo Judío de Atenas, y allí encontré un libro que he leído estos días en mis paseos por Tesalónica y Macedonia. Se trata de S. R. Radigales y los sefardíes de Grecia (1943-1946), de Matilde Morcillo, publicado en enero de 2008 en Madrid por la Casa Sefarad Israel, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. El libro aporta documentos dramáticos. \n\nEn tanto que figura política Sebastián de Romero Radigales no despierta mis simpatías: ejercía la carrera diplomática a las órdenes de Franco, nada menos que desde 1937. Pero este hombre no tenía por qué haber gastado tantas horas y tanta energía en tratar de salvar la vida a 511 judíos, ni siquiera aunque tuvieran el pasaporte y la nacionalidad española, ni siquiera aunque algunos de ellos fuesen amigos suyos, ni siquiera aunque él mismo estuviese casado con una sefardí rumana llamada Elena Cutava. Si su propio jefe, el renuente y nefasto Ministro de Asuntos Exteriores Gómez-Jordana, hacía la vista la gorda y recomendaba mirar hacia otro lado mientras los nazis cargaban los trenes de sefardíes, ¿quién era él para meterse en líos?\n\nEl caso era que los nazis no tenían muy claro qué hacer con los judíos que ostentaban en su pasaporte la nacionalidad de países amigos. Debatieron largamente el asunto de si esos judíos debían ser o no incluidos en la Solución Final. Cada país aliado, amigo o neutral obtuvo en este asunto una respuesta distinta. En el caso de España se autorizó a que "sus judíos" fuesen repatriados. \n\nLos nazis autorizaron a 511 sefardíes de nacionalidad española a abandonar Tesalónica cuanto antes, o no tendrían más remedio que meterlos en los trenes a Auschwitz. Este "cuanto antes" era el 15 de junio de 1943. En el telegrama de Radigales a su Ministro solicitando autorización para visarles los pasaportes se lee: "es urgentísimo recibir autorización solicitada. Colonia espera con angustia obtención pasaportes. Romero Radigales". Respuesta del ministro: "existen dificultades prácticamente insuperables... debe mantenerse en actitud pasiva absteniéndose de toda iniciativa personal y no debiendo tampoco expedir pasaporte colectivo". \n\nRadigales lo intentó de mil maneras posibles, pero desde Madrid, o no le respondían, o le respondían que se estuviese quietecito. Acabado el plazo, hubo una prórroga que también expiró. Radigales estaba desesperado. Había utilizado toda la astucia de que fue capaz para provocar algun tipo de respuesta de sus superiores. Pero había fracasado. Uno de sus telegramas decía: "Urgentísimo. Autoridades alemanas han prorrogado, como último plazo, salida sefarditas de Salónica hasta el final de junio. Recomiendan pasaporte colectivo para evitar pérdida tiempo. Múltiples fronteras deberán atravesar. Reitero solicitud mi telegrama 347 sobre instrucciones países tránsito. Ruego V.E. se sirva informarme..." Sin respuesta.\n\nFinalmente los alemanes metieron a los sefardíes españoles en un tren especial con destino al campo alemán de Bergen-Belsen. En principio no era para matarlos (aunque casi todo el mundo acababa muriendo allí, incluida la niña holandesa Ana Frank), sino para darles un tiempo extra a la espera de lo que dijesen sobre su destino las autoridades españolas. Parece increíble, pero leyendo los documentos da la impresión de que los propios nazis estaban más interesados en salvar la vida de estos españoles que el propio gobierno español. Telegrama de Romero Radigales a su jefe en el que le comunica las intenciones de los nazis: "...permitirán Gobierno español estudiar caso... solicitar repatriación, a la que darán todas facilidades... Después serán trasladados a Polonia, de donde ya no podrán salir..." \n\nLa historia es mas larga y está llena de penalidades y de una fabulosa buena suerte final. Hubo una milagrosa sustitución de ministro a última hora, un angustioso tren que recorría Europa bajo los bombardeos aliados... Pienso en Romero Radigales y en estas personas (apellidadas Abravanel, Benveniste, Frances, Carasso, Gattegno, Saporta, Bensusan, Matalón, Toledo, Benforado...) mientras paseo por la plaza Elethería (Libertad) de Tesalónica. \n\n\n\n\n\n
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