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Por: José Ignacio Penagos H.\n\nLas recientes medidas establecidas por el gobierno español, sin exigencia impuesta por la Unión Europea,, sino por generación propia y que cambian los trámites para la invitación de turistas latinos; pasaron de ser tediosas e incómodas a ser discriminatorias, ofensivas y más tediosas todavía.\n\nSi los turistas latinos han visto tradicionalmente reducidas las posibilidades de viajar a la tierra de donde proviene su herencia cultural desde el descubrimiento y la conquista, por las fuertes exigencias que se le hacen para la obtención de la vida sumado a la fastidiosa sospecha de que pueden quedarse ilegalmente en la península; ahora es que pasa de difícil a casi imposible que un turista pueda venir.\n\nEl caso está en que el turista, aparte de demostrar que se tiene dinero y arraigo en el país de origen que lo hace volver, tiene que apelar a un milagro para las autoridades españolas le abran las puertas, pues éstas no creen que vengan de visita y de la sospecha pasaron a la sentencia de que todos los latinoamericanos que se acercan a sus consulados, son culpables del delito de ser potenciales inmigrantes ilegales.\n\nSi esto es complicado para el turista convencional pese a contratar un paquete turístico en una agencia de viajes, hotel pagado por anticipado, con tiquete aéreo de ida y regreso de fecha fija, mostrando el dinero disponible que va a gastar y que en la mayoría de las veces pierde todo porque le niegan su visa de turista; es aun más difícil y casi imposible para aquellos que vienen de turistas y de visita a sus familiares o amigos.\n\nLa ofensa es evidente con los cambios. Antes cuando algún familiar o amigo de residente o ciudadano español quería venir a España de vacaciones, bastaba dentro de todo, con una invitación notarial en las que el que invitaba se comprometía a responder hasta por el caso de la muerte y la repatriación del cuerpo del visitante. En este documento, el amigo o familiar se comprometía ante el notario a garantizar que no trabajaría, que tenía como mantenerlo, que respondía por delitos, accidentes y todo lo que pudiera hacer el turista-visitante y ha garantizar su regreso. En este documento de alto valor económico pagado por el que invitaba, se indicaba la dirección donde pasaría la estancia y se trataba al turista-visitante como un menor de edad o un incapacitado que estaría bajo la tutela absoluta del residente o ciudadano español. Esto ya lo hacía tedioso y este documento no garantizaba que se diera la visa en el consulado y sólo era un papel más de requisito que anexaba el turista.\n\nCon el cambio reciente, este requisito civil ante notario de presunción de inocencia y sospecha de sobre ese turista-visitante, desapareció y en cambio se pasó aun requisito policial mucho más fuerte, tedioso y ofensivo, pues trata al turista como un delincuente en potencia y se pasó de la sospecha a la sindicación absoluta de culpable.\n\nEs así como quien invita tiene que ir a la policía, demostrar cuanto dinero tiene y cuanto gana, demostrar los nexos familiares con registros compulsados en los dos países, si es amigo, demostrar los nexos de amistad con fotos del pasado, cartas fechadas y selladas por correo, demostrar que tiene casa propia o en arriendo por mas de dos años en el mismo sitio, mostrar el registro del padrón y hacer una declaración en la que se compromete a todo lo que ya se comprometía antes en los requisitos de notario, pero en la comisaría de policía. Esto sólo al que invita y que deberá enviar al turista visitante para que lo anexe entre sus papeles y no garantiza que le den la visa de turista.\n\nPero para el turista visitante, la cosa es igual de grave. Con estos cambios ahora le exigen demostrar lo mismo de quien invita para ver si coinciden las versiones, demostrar que tiene trabajo en el país de origen, cuanto gana, cuanto tiene en sus cuentas, dar cuenta de sus propiedades, demostrar que tiene disponibles 57 euros por cada día de tiempo de visa que es de tres meses, aunque sólo vaya a permanecer en España por una semana, una declaración juramentada de que regresará, demostrar los lazos familiares o de amistad de la misma manera que lo hizo el que lo invita, los tiquetes de ida y regreso con fecha fija y el pago de los importes del visado sumados a los certificados de pasado judicial que muestre que no tiene cuentas pendientes con la justicia. \n\nEs claro que todo país tiene derecho al control de sus fronteras pero es insultante que para España, un país cuya buena parte de su economía se basa en el turismo, existan turistas de primera, segunda y tercera categoría cuando todos dejan el dinero en su industria turística por igual. Lo contradictorio es que el turista ilegal no entra de legal. La mayoría que ingresa de manera legal pero permanece ilegal, llegan de Francia, Portugal o de Italia a través de mafias que manejan ese negocio. No hay derecho a sindicar a todos los latinoamericanos como culpables del presunto delito de inmigrantes, cuando ser inmigrante no es un delito y menos si se piden visas legalmente. Claro está que desde hace años se ha detectado una veta de corrupción dentro de las misiones consulares de España en Latinoamérica que han dado visas a personas que no cumplen los requisitos mínimos, pero ese problema interno no se soluciona endureciendo las medidas que hacen imposible que los ciudadanos latinoamericanos de bien y que quieran visitar este país, tengan que humillarse ante sus consulados. Esa corrupción continuará sin no hacen la purga dentro de sus funcionarios que continuarán dando visas a quienes no cumplen los requisito mínimos.\n\nUn Blog argentino decía sobre la edad de los países, que España es una madre con muchos hijos que los tiene al otro lado del Atlántico y que los quiere a todos, pero que se cabrea cuando le abren la nevera. \n
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