La fabrica de Volkswagen en Wolfsbourg estaba dirigida en 1948 por la Comisión Militar Británica según los acuerdos sobre la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Los resultados económicos de la fábrica eran muy deficientes si se tenia en cuenta las necesarias inversiones para impulsar la fabricación del VW. Los directivos vieron viable hablar con Henry Ford para animarle a hacerse cargo del proyecto. Ford, acompañado de su asesor Ernest Breech, visitan las instalaciones y observan los vehículos, Ford no estaba muy por la labor de hacerse cargo debido al alto costo a desembolsar. La puntilla la puso el asesor Breech al asegurar que “Este auto no sirve, no tiene ningún interés comercial, posiblemente no va a andar nunca “. El citado Mr. Breech en la visión del futuro andaba algo escaso. \n\n\n\n