LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_JOSEMANURIESGO_2010_1_11_EL-COCHE-DEL-PUEBLO

Las citas y las esperas tienen su importancia y hay que tenerlo en cuenta y no perder de vista lo importante en aras de satisfacer un problema que a lo mejor puede resolverse con posterioridad. Corrían los años cincuenta del pasado siglo y Juan Ramírez Pompeo, un prestigioso corredor de motocicletas además de un buen mecánico, tenia en mente fabricar un coche de cuatro plazas con un motor de su invención de 600 cc fabricado sobre la base de dos cilindros contrapuestos refrigerados por aire. Para tratar de la financiación del proyecto, había convocado en su casa a unos banqueros para tratar el asunto. Se entretuvo en su taller tratando de solventar una avería del comprador de uno de los coches artesanales de su invención, un ORIX. La cosa se complicó y no asistió a la cita enojando a los financieros convocados, que se marcharon sin esperar a su llegada. Ramírez había proyectado un automóvil cuyo parecido con el Volkswagen era mas que notoria, a pesar de las explicaciones que suministraba para hacer creíble las diferencias con el prestigioso coche alemán. La verdad es que cuesta creer la sinceridad de sus argumentos, a la vista de la imagen del prototipo, \n\n\n\n