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Al iniciarse los años cincuenta, la España automovilística tenía un aspecto pobre basado en automóviles antiguos que soportaban las distintas reconstrucciones que en la década anterior se habían realizado. Algunos coches americanos ostentosos, los famosos “haigas”, provenientes de escasas importaciones de particulares circulaban por las desiertas carreteras y el tráfico era bastante cómodo en las calles urbanas. Los microcoches, representados por el Biscuter y las motocicletas, cuyo exponente máximo era la Vespa constituían los medios de transporte de las clases populares. Las autoridades del momento se afanaban en presentar un panorama distinto y el 18 de Noviembre de 1953, fecha histórica para el automovilismo español, sale de las factorías SEAT de Barcelona, el primer SEAT 1400. Una berlina señorial totalmente igual a su homónima italiana con una motorización de 1.4 litros que desarrollaba una potencia de 50 CV. Pronto, en la primavera siguiente, vera la luz la versión A, con su calandra especifica y un aspecto mas modernista que las primeras unidades. En 1956 la versión B ofrece una imagen mas americanizada con profusión de cromados y un tono bicolor en la pintura, La luneta trasera es de gran tamaño y con una curvatura pronunciada. En el motor sin variar la cilindrada, se ofrece una potencia elevada a 58 CV. Quizás, en el tiempo, esta versión B fue el 1400 más característico. Finalmente en 1960, la versión C, totalmente distinta a las anteriores prepara el camino para la llegada del 1500. Deja de fabricarse en 1964. En total fueron 50.157 unidades del modelo en sus diferentes versiones las que salieron de la factoría de Barcelona para ser utilizados por un sector de la población con economía saneada. Los taxis y los vehículos oficiales fueron unos importantes usuarios del modelo.