Cuando La Cuadra se vio en el trance de cerrar su fábrica de automóviles, la primera que se fundó en España, un gallego que vivía en Cataluña decide como acreedor importante de La Cuadra quedarse con las instalaciones y la maquinaria de la empresa desaparecida. José María Castro quería continuar el incipiente negocio y a finales de 1902 crea para ello una sociedad J. Castro, fábrica Hispano- Suiza de Automóviles. En la nueva sociedad, Marc Birkigt, el ingeniero suizo que trabajaba para La Cuadra en la fabricación de los motores de sus coches, entra a formar parte de los socios de la nueva sociedad, aportando la nomenclatura de Hispano Suiza. Los Castro tuvieron cierto prestigio en la zona de Cataluña, y aunque no fueron muchas las unidades fabricadas, aporta a la historia el ser el continuador del primer fabricante español en el tiempo y el haber sido la empresa vehiculo que, al desaparecer en 1904 por falta de disponibilidad económica, nos lleva a la famosísima Hispano Suiza de la mano del ingeniero suizo.\n\n\n\n
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