LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_JOSEMANURIESGO_2010_2_14_UN-AUTOMOVIL-CON-LEYENDA

Finalizada la guerra mundial la industria automovilística norteamericana se vuelca para tratar de sacar al mercado un modelo innovador. Los grandes se afanan por encontrarlo pero sería Studebaker quien ganaría la carrera con su modelo Champion de 1946. Un visionario que había trabajado como ingeniero entre los coches de carreras, Preston Tucker, se movió y realizó un proyecto de la mano del diseñador Alex Tremulis. El diseño innovador tenia muchos elementos que posteriormente se extenderían por el mercado. Disponía de una línea rompedora con una parrilla curiosa con tres faros delanteros. La tracción era del sistema “todo atrás” que se impondría entre los coches europeos de la época. El nombre adoptado fue Tucker 48. Aunque inicialmente lo había apellidado como ”torpedo”, pronto cambió la idea ya que los americanos no estaban por admitir que les vendieran cosas que recordaran a la reciente guerra. Vendió el coche “en los papeles”, catálogos y diseños que le reportaron 300.000 clientes. Se formó una cartera de inversores que le permitieron la financiación correspondiente. Pero el tiempo pasaba y el coche no aparecía. Es investigado y acusado por las autoridades de posible fraude. La fábrica fue paralizada y solamente produjo 51 unidades, de las cuales 46 funcionan en la actualidad en manos de “forofos” del modelo. Una película, realizada por Coppola en 1988, se recrea en la vida aventurera de Tucker.\n\n

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