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  • Hace años, en un viaje a Londres, paseaba junto al Big Ben y me dirigía a cruzar el Westminster Bridge cuando me di cuenta de que, justo en la esquina del puente con Victoria Embankment, había un conjunto escultórico de gran embergadura.\n\nMe acerqué para observarlo y, bueno, allí hice un par de fotos y pensé, sin más, que la tal Boudica, a la que estaba dedicada dicha escultura, sería famosa por alguna cosa que yo no conocía y que no tenía que ser muy importante. Y pensé esto último porque los ingleses son especialistas en vendernos a los demás las excelencias de todo lo suyo.\n\nPero, la verdad, debo reconocer que , en este caso, no lo habrán hecho muy bien, porque la historia de la Reina Boudica bien merece este reconocimiento.\n\nComo decía, entonces no le di la mayor importancia. Pero, por curiosidades de la vida, en una visita a internet di con una locución del gran periodista Juan Antonio Cebrián y su "Rosa de los Vientos". \n\nEn ella se hablaba de Boudica, la Reina de los Ícenos, que se enfrentó con sus ejércitos a la invasión de los Romanos.\n\nComo lo mejor es que vosotros mismos podais leer la redacción que hizo Juan Antonio Cebrián de los hechos, aquí os los transcribo, dejando claro que el valor de este post no puedo atribuirmelo en nunguna medida, sino que, como veréis, es la prosa de este genial periorista la que le da fuerza y vigor a este hueco cibernético que es mi blog.\n\nAhí va la increible historia de la Reina Boudica. Es el Señor Cebrián el que se la cuenta.\n\n

    Cuentan de ella los historiadores romanos Tácito y Dión Casio que Boudica era alta, esbelta, bella, su pelo de color del fuego caía hasta las caderas, tenia la voz áspera y la mirada fiera. Era sin duda alguna toda una líder guerrera, una líder para su pueblo, no solo de los Ícenos sino del cúmulo de tribus autóctonas que se unieron por una vez para dar batalla campal a los invasores romanos.\n\nEstamos el siglo 1º d.C., momento clave para Britania. \n\nAño 43 d.C., cuatro legiones romanas, a cuyo frente se situaba el emperador Claudio, desembarcaron con éxito en la isla de Britania. Casi un siglo antes lo había intentado Julio Cesar con poco éxito, pero en esta ocasión los romanos habían llegado para quedarse.\nNo sin una fuerte oposición local, cuatro formidables legiones avanzaron hacia el interior, demoliendo los templos de la vieja y sagrada religión druídica y destruyendo los iconos del viejo poder celta. \n\nY fue en aquellos decenios cuando algunos nombres lucieron para la gloria eterna. Uno se esos personajes fue el de una mujer, reina de los Ícenos, una antigua tribu de origen celta asentada en los territorios de Anglia del Este, en la parte oriental de Britania, sitios que ocupan actualmente las ciudades de Norfolk y Sudfolk. \n\nBoudica vino al mundo en algún lugar de los territorios ícenos hacia el año 30 d.C. Formaba parte de la aristocrática élite gobernante y, por tanto, recibió una educación apropiada a su condición social. \n\n

    Con tan solo 18 años, en el 48 d.C., unió su destino al del Rey Prasutagus, monarca de los ícenos y aliado de Roma, hombre entregado a la buena vida, al placer de los sentidos y a los juegos de azar.\n\n

    Siguiendo la costumbre de la época, muchos gobernantes locales a cuyos epicentros de poder llegaban los romanos pactaban con estos para evitar males mayores. En ese tratado se venia a especificar que tras la muerte del Rey, su reino se cedería de forma íntegra o parcial a los romanos.\n\n

    Prasitagus no fue diferente a otros y firmó un tratado de paz con los romanos del que se beneficio ampliamente, recibió amplios beneficios económicos y también ayuda militar para combatir a sus enemigos ancestrales. \n\nPrasutagos vivió feliz como una lombriz el tiempo que le toco morar en este mundo y aun más en compañía de su bella esposa Boudica con la que tuvo sus dos hijas. Pero aquel tiempo de felicidad, paz y placer termino el 60 d.C. con la muerte de Prasutagus. Fue entonces cuando los romanos exigieron hacer cumplir aquella parte del trato.\n\n

    Es, por ello, que pidieron a los Ícenos que, no sólo les cediesen la totalidad del territorio, sino también toda la dote económica que Prasutagos había guardado tan celosamente para sus hijas, la codicia romana no tenia fin. Boudica como regente del reino se negó a pagar lo que exigían los invasores extranjeros, y el Pretor Catus envió un número indeterminado de efectivos legionarios para someter a los ícenos. Una vez más, Boudica se negó en redondo a satisfacer los deseos de los romanos. \n\nLas legiones llegaron a la región de Anglia, esclavizaron a la elite aristocrática y sometieron al resto de los habitantes. En cuanto a Boudica, para ella fue lo peor, pues fue sometida a tremenda humillación, desnudándola, azotada y violada repetidamente ante su pueblo, mientras contemplaba horrorizada como los depravados soldados violaban una y otra vez a sus hijas, todavía niñas. Era una mujer destrozada por las heridas del látigo y además con el tremendo pesar de ver lo que habían hecho con sus jóvenes hijas. Tenía solo 30 años y fue en ese momento cuando decidió luchar o morir. \n\nBoudica era una mujer adorada por su pueblo y no tuvo ningún problema en utilizar su elocuencia, su carisma, su brillantez y con esas virtudes logro unir a las tribus hasta entonces desunidas para guiarlas a un combate sin igual contra Roma. Y no fueron pocas las tribus que se unieron a su causa.\n\nBoudica congregó a una multitud enardecida de guerreros de ambos sexos, y en una explanada y ante ellos extendió sus brazos al cielo y solicito el apoyo de Andraste, la diosa celta de la victoria. \n\nPara mayor realce decidió utilizar los viejos rituales mágicos. Para los celtas la liebre era un animal sagrado y cuentan las crónicas que, de los pliegues de su vestido multicolor, salio una liebre que tomo el camino del lugar donde se encontraban los invasores romanos, esto fue tomado como signo de buen augurio y Boudica ese día se sintió feliz pues vio como no menos de 150 mil guerreros y guerreras quedaron prendados y prendidos al futuro de Boudica. Había estallado la guerra. \n\nEra un enorme contingente bélico, pero no tenia ningún tipo de entrenamiento militar. Estaban acostumbrados a luchar al estilo de la vieja tradición celta, sobre sus cuerpos desnudos y pintados de azul se lanzaban al combate, cada uno por su cuenta fueran 100 o 200 mil, aun así los britanos iban a dar mucha guerra y a luchar con gran valor y tenacidad y Boudica a la cabeza estaba dispuesta a conducir a su pueblo a la victoria final. En ese año 60 d.C., los romanos iban a aprender la lección, no tenían ni idea de lo que se les avecinaba. \n\nLa primera ciudad recuperada por la reina fue Camonodomun, hoy Colchester, una ciudad con castro romano y con sus habitantes fieles a los latinos. Las tropas britanas cercaron la ciudad y Boudica ordeno el asalto total sobre ella Las refriegas fueron constantes durantes días, hasta que la ciudad fue sometida por completo. Un grupo de 200 de la resistencia se encerraron en un templo y aguantaron dos días, hasta que finalmente fueron pasados a cuchillo.\n\nAsí es como reza la tradición de combate de los britanos, "No hacer jamás prisioneros y matar a los vencidos sin compasión". \n\nLas noticias llegaron a la incipiente ciudad llamada Londinium hoy conocida como Londres, donde los romanos tenían su administración central. Lo que había pasado en Camonodumun corrió como un reguero de pólvora, y el terror se apodero de los habitantes de Londinium, pues habían llegado noticias que Boudica con sus temibles guerreros se acercaban a la ciudad. La masa guerrera de los britanos avanzaba sin compasión hacia territorio romano de Londinium que fue evacuada por completo. Cuando Boudica entro en ella no encontró oposición alguna, Londinium fue quemada hasta los cimientos, así una victoria tras otra. \n\nLa reina era imparable, siempre a la vanguardia de sus ejércitos, como es normal sufrió un sinfín de heridas de guerra, pero a pesar de las heridas ella siguió a la cabeza de su ejército.\n\n

    Pero no hay que olvidar que los romanos tenían infinitos recursos y grandes maestros militares, estaban listos para el combate, para sofocar esta gran rebelión celta. \n\nBoudica había vencido en Camolodomun, en Londinium e incluso mediante emboscada había hecho desaparecer del mapa de un plumazo a una legión entera, era la 9ª legión, una de las mejores del imperio, la llamada legión hispana, esa legión que acudía en ayuda de Camelodomun fue destruida por completo, mas de 5.000 legionarios fueron masacrados por los celtas, toda una victoria impensable en aquella época y mucho menos que quien acabara con ellos fuera mujer, los romanos estaban humillados y avergonzados. \n\n¿Que iba a pasar ahora? \n\n¿Serian los romanos capaces de presentar batalla frente a Boudica y sus guerreros?. Pues, en efecto, lo fueron, entre los latinos existía un general con experiencia más que acreditada de cientos de batallas, su nombre Cayo Suetonio Paulino. Suetonio tenía a su disposición dos legiones romanas muy experimentadas dispuestas para el combate, eran más de 10.000 hombres, todos profesionales, que iban a enfrentarse a ese particular ejército de hombres y mujeres. \n\nEnvalentonados y enardecidos por las victorias logradas junto a su reina, aunque muy mal entrenados y sin ninguna disciplina para la batalla campal que se avecinaba Boudica dispuso a sus ejércitos.\n\nSuetonio fue quien eligió el terreno que le pareció mas propicio para sus intereses, terreno que les daba ventaja sobre los celtas y desde ese territorio ventajoso a varios metros por encima de los guerreros de Boudica los romanos se dispusieron a presentar batalla. Disponían de catapultas, arietes y la más avanzada tecnología armamentística de la época, era la mejor maquinaria bélica el mundo antiguo. \n\nLos romanos no se amedrentaron frente a lo que se les venia encima, miles de guerreros con sus lanzas dispuestos para la guerra, dispuestos a morir por su tierra en una lucha sin cuartel.\nBoudica ordeno a sus carros guerreros que atacaran, los carros formaban una fila que parecía indestructible, pero los romanos aguantaron lanzando miles de jabalinas contra ellos y de esa manera desbarataron a los guerreros de Boudica.\n\n

    Después de esto las legiones de infantería fueron avanzando de manera uniforme y fueron destruyendo a las primeras filas britanas, los rodearon con la caballería y la seguridad de Boudica y sus hombres se vio comprometida muy seriamente. Fue un combate terrible, las victimas se contabilizaron por miles, en pocos minutos el combate estaba a punto de acabar, las dos legiones se habían empleado a fondo y habían culminado su misión con un gran éxito. \n\nBoudica consiguió escapar en compañía de su guardia personal y algunos leales, y así acabo la sublevación de los britanos, la sublevación más grande vista hasta entonces. Miles de hombres y mujeres yacían esparcidos por el campo de batalla. \n\nExisten varias versiones sobre el futuro de Boudica, unas dicen que fue apresada y asesinada por Suetonio, otras que fue encarcelada y murió de pena. Pero hay otra que dice que Boudica escapó y se refugió en los bosques ancestrales de los que ella había sido reina y señora y que, sabiéndose buscada y perseguida por los romanos, decidió poner fin a su vida mediante la ingesta de un potente veneno y que, en ese amargo trance, la acompañaron sus dos hijas, optaron por la muerte antes que verse presas o esclavas de Roma. \n\nElla sabía muy bien que si Suetonio conseguía atraparla seria llevada a Roma y allí, en sus calles ante todos, habría sido humillada, torturada y, al final, crucificada como era costumbre en la época, era un deshonor terrible para una gran reina como era ella y por eso optó por el suicidio. \n\nCuentan los historiadores Casio y Dión Tácito, que su entierro fue espectacular, grande como era la figura que iba a ser sepultada, sus fieles guerreros le dieron los sepelios mortuorios de una gran líder como lo fue Boudica. Nunca se supo donde fue enterrada, está en paradero desconocido lo que acrecienta la leyenda de esta gran mujer.\n\nLos britanos fueron resistiendo durante algunos años mas al grito de “Boudica”, pero finalmente fueron aplastados y sometidos por el poder implacable de Roma. Pero prevaleció el espíritu de Boudica, el espíritu de libertad, el afán por la independencia de su tierra y de no ser doblegados ante aquel invasor extranjero. \n\nLo cierto y verdad es que la memoria de Boudica fue borrada de un plumazo durante la Edad Media y no fue vuelta a recuperar hasta bien avanzado el siglo XVI. \n\nExaltada como la mayor heroína de Gran Bretaña, en el siglo XIX la compararon con la reina Victoria, Emperatriz de la India. No olvidemos que ambas se llamaban igual. Tras la muerte de la reina Victoria en 1.905, fue instalado un monumento en honor a Boudica. \n\nHoy en día si visitamos Londres podemos contemplar el complejo monumental con una escultura frente al Parlamento, en la que se nos muestra a una reina guerrera subida a un carro en compañía de sus dos hijas, es un carro de guerra britano con ciertos toques persas. \n\nMuchos turistas lo contemplan estupefactos, pero pocos se interesan por saber que significa el monumento, ni a quien representa, pues amigas es Boudica, símbolo de libertad para los británicos. Solo vivió 31 años pero todos ellos de una gran intensidad. \n\nAsí se forjan los héroes y las historias en aquel tiempo donde Roma era la potencia a abatir, la potencia a quien enfrentarse, cada territorio creo sus propios héroes y entre ellos destaca brillantemente Boudica.\n\nJuan Antonio Cebrián dixit.\n\nAsí se escribe la historia.\n\n\n\n

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  • 2008-10-24 20:12:31
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  • Boudica, la estatua de una Reina guerrera.
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