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  • Hay lugares en el mundo que te producen una fascinación irresistible. \n\n\n\n\n\nAunque pasen los años, en tu retina guardas aún montones de imágenes, sensaciones, olores y sonidos que, en un momento determinado, aturdieron tus sentidos, te embaucaron y arrebataron un trocito de tu corazón para siempre.\n\nEste es el caso que me ocupa en el día de hoy. \n\nLa Garganta del Diablo es el nombre mítico que dieron los argentinos al punto central, al punto álgido, de las Cataratas de Iguazú (la palabra " Iguazú", en guaraní, quiere decir "Aguas Grandes).\n\nQuien las haya visitado me dará la razón. \n\nPero quien las conozca en las condiciones que yo las conocí, no podrá sino atestiguar todo lo que les voy a contar en este post.\n\nSeguro que te preguntarás, ¿y qué tenía de especial esa situación en la que conocí esta mítica Garganta del Diablo?. Te lo cuento. Y ya me dirás si el espectáculo y el esfuerzo no mereció la pena.\n\nEn el mes de Octubre, en la zona fronteriza entre Brasil, Paraguay y Argentina acumulaban ya dos semanas de lluvias continuas. El Río Iguazú iba crecido y las perspectivas eran que el cauce del río fuera a más. \n\nComo sabéis, las Cataratas de Iguazú se pueden visitar y divisar desde dos paises, Brasil y Argentina. Ambas orillas disfrutan de este espectáculo de la naturaleza. \n\nLa ventaja que disfruta Argentina es que dispone de un circuito de pasarelas que permiten recorrer las cataratas por encima del cauce del agua. \n\nTras el almuerzo, y antes de que llegara el atardecer, decidimos aventurarnos sobre estas pasarelas con un tiempo metereológico infernal, con mucha lluvia y un viento, digamos, molesto.\n\nDe hecho, la selva en muchas ocasiones nos servía de resguardo ante las inclemencias externas.\n\nTras ver los primeros saltos (Bernabé Méndez, Dos Hermanas, Dos Mosqueteros,Tres Mosqueteros, Rivadavia, Ramírez, San Martín, Escondido, etc, etc) dimos un giro y regresamos a la estación del Tren de la Selva.\n\nEl Tren de la Selva es un tren que funciona con gas para no dañar el ecosistema. Lo tomamos en la Estación Central en dirección a la Estación Garganta del Diablo.\n\nEl trayecto no duraría más de diez minutos porque, siendo el desplazamiento relativamente corto, la velocidad era lenta para no arrollar a los animales salvajes. Por cierto, continuaba lloviendo a mares.\n\nUna vez descendimos del tren, tomamos una pasarela que tenía la longitud de 1.100 metros hasta el destino final. Esa pasarela iba por encima del agua, agua que se había desbordado del cauce normal del río y estaba inundando la selva.\n\nA más de 500 metros de distancia se escuchaba un ruido aterrador. Era el agua precipitándose al vacío. El silencio iba exponencialmente a menos a cada paso que daba. El sonido, metálico como de un tambor continuo, iba creciendo en decibelios.\n\nLas aves, especialmente los vencejos, volaban revoloteando por todo el cauce del río, esperando que el tiempo amainara y diera un respiro. \n\nLos olores brotaban a tu alrededor sin descanso, el Palo Rosa, las orquídeas, los palmitos, el pindó, el guatambú, el clavel del aire y el ceibo, cuya flor roja es el símbolo de Argentina. Todos desprendiendo su fragancia al unísono.\n\nTodo lo que me rodeaba sonaba a música celestial que alcanzó su cénit al finalizar el trayecto y asomarme, por una débil barandilla, para descubrir como, en caída libre, durante 80 metros, el agua se desbocaba a una velocidad bestial. Y como, con menor fuerza volvía a subir, ya pulverizada, hasta cientos de metros de altura inundando todo el volumen aéreo que nos rodeaba.\n\nA relataros esos momentos renuncio porque las fotos hablan por sí sólas. Sólo sé que desde ese día sueño con volver a la Garganta del Diablo.\n\nAl día siguiente nos comentaron que el caudal del río, a la altura de la Garganta del Diablo y los saltos adyacentes, era de ocho millones de litros por segundo. \n\nSi hacemos la operación matemática, es como si, más o menos, tuviéramos un campo de fútbol relleno de agua a la altura del larguero de las portería, y ésta libremente se despeñara por aquella maravilla natural a cada segundo de reloj que pasaba.\n\nTal era el caudal de agua y tal era la fuerza que ésta arrastraba.\n\n\n\nTambién nos apercibieron al día siguiente que habían cerrado el acceso al parque natural porque el nivel del agua había subido por encima de las pasarelas dispuestas para su visita. Aprovechamos y nos fuimos a Brasil para ver las cataratas desde una perspectiva, digamos, "más estética", más para fotos.\n\nA veces ocurre que algún monumento te llama más la atención si lo ves desde una perspectiva o de otra. Con los accidentes de la naturaleza ocurre exactamente igual, dependiendo de las circunstancias te atrapa más o te desengaña.\n\nDesde luego que por estas líneas podéis descubrir qué sensaciones me produjo la mítica Garganta del Diablo.\n\n\n\n\n
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  • 2008-11-12 16:50:10
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  • La Garganta del Diablo.
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