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  • La ciudad de Santa María de los Buenos Aires, capital de Argentina, aunque más conocida por su terminación, Buenos Aires, es de todas las capitales mundiales, una de las que te ofrece más contrastes entre unos barrios y otros.\n\nEs completamente diferente pasear por Recoleta, Palermo, Retiro o Belgrano, que hacerlo por Constitución, Monserrat, La Boca o San Telmo. Tiene cada uno una personalidad propia y diferente al resto de la ciudad. En lo bueno y en lo malo, la ciudad porteña tiene tal cantidad de matices que decir "conocerla" es ser muy presuntuoso.\n\nCon el tiempo se puede entender los grandes rasgos de cada barrio, pero nunca podremos decifrar la vida de cada uno de las personalidades de los porteños.\n\nTambién hay semejanzas y preferencias comunes a todos los porteños. Habrá siempre un fanático de Boca Juniors y otro de River Plate, pero ambos estarán de acuerdo en una cosa, para discutir de fútbol, como de literatura, filosofía o psicoanálisis, el mejor sitio es un café de Buenos Aires.\n\nEl café es la intitución por excelencia de la capital. Los hay por doquier y muchos de ellos tienen una relevancia pública importante. \n\nPero hay uno que sobresale de todos ellos: el Café Tortoni, en el 825-829 de la Avenida de Mayo, a tres pasos, digamos, de la Plaza de Mayo, la Casa Rosada, la Catedral y el Banco de la Nación Argentina. O sea, en el meollo político, religioso, económico y social de Buenos Aires, que es lo mismo que decir "en el centro de decisión de este extenso país".\n\nLo atestigua una placa de broce en su fachada principal, el Café Tortoni fue fundado en 1858 y es el más antiguo de Argentina.\n\nEntre sus enmaderadas paredes, junto a sus mesas de roble y mármol verde, se sentaron Alfonsina Storni, Benito Quinquela Martín, Carlos Gardel, Baldomero Fernández Moreno, Luigi Pirandello, Federico García Lorca y Arturo Rubinstein entre otros artistas, hombres de letras y parlamentarios que traspasaron algo de su personalidad a este tradicional café, inseparable ya de la historia de Buenos Aires.\n\nEl Gran Café Tortoni es el paradigma del café porteño por excelencia, pero muy poco se sabe de sus orígenes. De hecho hay varias versiones de su nacimiento.\n\nUna primera versión habla de que un inmigrante francés de apellido Touan decidió inaugurarlo a fines de 1858, el nombre lo tomó prestado del de un establecimiento del Boulevard des Italiens, en el que se reunía la élite de la cultura parisina del siglo XIX.\n\nA finales del siglo, el bar fue adquirido por otro francés: don Celestino Curutchet, a quien el poeta Allende Iragorri describiera como "el típico viejito sabio francés", casi un personaje de historieta que agregaba otro acento peculiar a la fisonomía el lugar.\n\nPero también hay otra versión de su origen muy diferente. Parece ser que sería un tal Oreste Tortoni quien habría establecido un café sobre el número 200 de la calle Defensa y le puso el nombre atendiendo a su apellido.\n\nEnrique Puccia, historiador de Buenos Aires, descubrió que efectivamente existió una guía de la ciudad donde aparece el Café Tortoni en la calle Defensa. \n\nNo obstante, el Gran Mapa Mercantil de la Ciudad de Buenos Aires, editado en 1870, por Rodolfo Kratzenstein lo ubica en la esquina de Rivadavia y Esmeralda con el señor Touan como propietario.\n\nLo cierto es que en 1880 fue trasladado a su lugar actual, donde anteriormente se encontraba el llamado Templo Escocés de Buenos Aires, pero su entrada era por la calle Rivadavia. \n\nA partir de 1898 tuvo su entrada principal por Avenida de Mayo, (que había sido inaugurada en 1894), y la fachada fue realizada en por el arquitecto Alejandro Christophersen. A finales del siglo XIX el café es comprado por otro francés, Celestino Curutchet, que habitaba en los altos del café.\n\nEl local era frecuentado por un grupo de pintores, escritores, periodistas y músicos que formaban la Agrupación de Gente de Artes y Letras, liderada por Benito Quinquela Martín. \n\nEn mayo de 1926 forman La Peña, y le piden a Don Celestino Curutchet, que les deje usar la bodega del subsuelo. El dueño acepta encantado, porque según sus palabras "los artistas gastan poco, pero le dan lustre y fama al café".\n\nLa Peña fomentó la protección de las artes y las letras hasta su desaparición, en 1943. \n\nEsta peña había nacido en el café La Cosechera (calle Perú y Avenida de Mayo), trasladándose luego a las mesas del Tortoni. Como con el tiempo el lugar quedó chico, Curutchet ofreció la bodega de vinos para que se pudieran reunir con más comodidad. \n\nAsí la sede de la peña, a la que autodenominaban Agrupación Gente de Artes y Letras, se inauguró el 24 de mayo de 1926, y realizó tareas de difusión cultural mediante conciertos, recitales, conferencias, debates, etc. \n\nEntre los asistentes se encontraban Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno, Juana de Ibarbourou, Arturo Rubinstein, Conrado Nalé Roxlo, Ricardo Viñes, Roberto Arlt, José Ortega y Gasset, Jorge Luis Borges, y Molina Campos entre otros. \n\nLas mesas vieron pasar figuras de la política como Lisandro de la Torre, Ernesto Palacio, Marcelo Torcuato de Alvear o Hillary Clinton; figuras populares como Carlos Gardel (quien cantó una vez un tango en homenaje al autor italiano Luigi Pirandello, que acababa de dar una conferencia en La Bodega) y Juan Manuel Fangio; prestigiosas figuras internacionales como Albert Einstein y Federico García Lorca; y jefes de Estado como nuestro Rey Juan Carlos de Borbón.\n\nEl Café Tortoni dispone, además de otras tres salas muy conocidas: la Sala de Billares, la Peluquería y el Salón Alfonsina.\n\nTodas ellas repletas de recuerdos de los que ocuparon su tiempo tertuliando junto a una taza de café humeante.\n\nEl lugar es digno de ver por su ambiente, su exposición permanente de arte, pero, sobre todo, es importante vivir y disfrutar del momento, imaginando a Borges, Ortega y Gasset, Quinquela Martín o García Lorca dando lustre a la lengua castellana en aquel maravilloso lugar de mesas de madera y tapas de mármol verde.\n\nActualmente el propietario del café es el Touring Club Argentino y la sala La Bodega, en el subsuelo, es escenario de diferentes artistas de tango y jazz.\n\nSi vas a Buenos Aires, ésta es, sin ninguna duda, una visita obligada y puede ser un buen punto de partida de tu jornada antes de un largo paseo por las avenidas de la capital porteña.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
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  • 2008-11-22 15:01:39
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  • El Gran Café Tortoni, en Buenos Aires.
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