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 Cuando vas de viaje, nunca sabes a ciencia cierta lo que te vas a encontrar.\n\nY esta foto nos lo demuestra.\n\n¿Quién nos iba a decir a nosotros que, en pleno centro de Estambul, nos íbamos a encontrar a dos osos.\n\nSí, amaestrados y todo lo que tú quieras, pero osos al fin y al cabo.\n\nBueno pues estábamos en las puertas del Hotel Ikbal, en Koska Caddesi ("Calle Koska", no me pidáis que traduzca esto porque no tengo ni idea de lo que significa), preparados para ir a conocer la zona de Santa Sofía, la Mezquita Azul y el Hipódromo.\n\nY, hete aquí, que, al salir del Hotel Ikbal (en el número 46 de la calle) y girar a la derecha para subir la pequeña cuesta de esta calle, nos encontramos con esta postal: una familia de gitanos y sus dos osos con el palo correspondiente, haciéndo número semicircenses paseando por la ciudad y mostrando las habilidades de éstos a los turistas.\n\nMe preparé para hacerles una instantánea y, en ese justo momento nuestras amigas Fanny y Eva van y se colocan al lado de ellos. \n\nLa cara de asombro de ella es para enmarcarlas, pero admiro su valentía al acercarse tanto a los animales.\n\nLa broma me costó cara. Cuando nos íbamos, me llega uno de ellos y, con un palo en la mano en actitud amenazante, me dice que le de unas monedas por hacerles la foto. \n\nBueno, por no meterme en problemas, accedí. Desde luego con esta experiencia aprendí la lección de que las fotos preparadas hay que pagarlas. \n\nMás me vale para otra ocasión estar quietecito y distinguir las actuaciones altruístas de las que van buscando algunas monedas, aunque sea a base de llevar osos amaestrados y mal cuidados por las calles de Estambul.\n\n
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