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 Este de la foto, es mi primo Pepe que, aún siendo un tío genial, no es lo más importante de esta fotografía.\n\n En ella podemos ver uno de los accidentes geográficos más espectaculares que existen en el mundo: las cataratas del Río Iguazú.\n\nTuvimos una suerte inmensa. A nuestra llegada habían precedido varios días de lluvias intensas en la región. Y este aluvión de agua afluyó al cauce del Río Iguazú. \n\n Hablan los lugareños que el río, en su máximo caudal puede superar los 10 millones de litros por segundo. En este momento el caudal era de 8 millones de litros, una autentica barbaridad.\n\n \n Es un lugar incomparable, sólo escuchas el golpe del agua en las rocas y de fondo algún trueno para dar ambiente a la excursión. La vegetación lo invade todo y el agua, en su búsqueda del vacío, cubre cualquier hueco o cualquier resquicio que dejan las plantas para agolparse al borde de los múltiples saltos que forman esta catarata.\n\n Cada salto está distinguido con un nombre, pero en las actuales circunstancias no había manera de diferenciarlos. Las fronteras entre unos y otros no existían, la fuerza del agua unía lo que el hombre quiso separar con sus nomenclaturas.\n\n Las cataratas están a dos horas de vuelo desde Buenos Aires y el único hotel que existe dentro del Parque Nacional Iguazú es el Sheraton Iguazú.\n\n En un futuro les hablaré de este hotel y su enclave privilegiado, de los senderos y pasarelas, de los circuitos superior e inferior, del tren de la selva, de las magníficas vistas desde la frontera brasileña y, desde luego, de lo más espectacular: la Garganta del Diablo.\n\n\n
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