|
sioc:content
|
-
 Hace algunos años, en mi visita a la ciudad austriaca de Viena, decidí tomarme un día de ... "relax".\n\n Aprovechamos la mañana para dirigirnos, un amigo y yo, hasta el Prater vienés, el Parque de atracciones de la ciudad. \n\n Allí alquilamos unas bicicletas y aprovechamos la estupenda red de carriles bici que tienen los vieneses en su cuidada ciudad para dar pedales y disfrutar del bullicio de la ciudad a otro ritmo.\n\n La verdad es que pudimos dar una vuelta generosa por los barrios más conocidos y, en muchos casos, pudimos volver a ver monumentos ya visitados, aunque fuera a velocidad de bicicleta.\n\n Pero lo mejor, y de lo que guardo un grato recuerdo, fue de un atrevimiento que no he vuelto a realizar en ninguna otra ciudad del mundo sin previa autorización: darme un chapuzón en el Río Danubio a su paso por el centro de la ciudad.\n\n  Ocurrió justo después de almorzar algun bocadillo y tomar un par de cervezas, muy buenas, por cierto, cuando dimos con una zona junto al río que estaba preparada en plan chiringuito de playa, pero sin arena.\n\n Eran bastantes personas las que estaban tumbadas en el cesped tomando el sol, leyendo un libro o saboreando un frío helado. Sólos o en compañía.\n\n Yo, por mi parte, comenté a mi amigo que me iba a dar un baño. No se lo creía, así que lanzó el oportuno reto a la vez que tomaba en sus manos la cámara fotográfica. \n\n Bueno el resto lo podeis ver en las fotos que acompañan este texto. \n\n El agua estaba fría, aunque fuese verano, un poco sucia (de azul, nada de nada) y con una multitud de plantas acuáticas en las inmedicaiones de la orilla que molestaban a la hora de nadar.\n\n En definitiva, una aventura que termino bien y con la agrdable sensación de estar fresquito en medio de una tarde de verano vienesa.\n\n
|
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}