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  • En medio de la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga (Staromestské Námesti), podemos ver una mole inmensa de piedra y bronce que parece un barco navegando por los mares de la piedra praguense.\n\nEste mole es el llamado "Monumento a Jan Hus", monumento que la ciudad de Praga regala a uno de sus hijos, religioso por más señas, que murió a manos de sus propios correligionarios católicos.\n\n\n\nHus nació alrededor de 1372 en Husinec, Bohemia del Sur. Llegó a Praga entre los años 1386 y 1390. La carrera universitaria de Hus fue rápida. \n\nEl papel decisivo lo desempeñaron la diligencia, la voluntad y la perseverancia con que trataba de responder a los problemas de su época en las obras del pensador inglés, John Wyclif que sirvió de dogma de inspiración y autoridad para muchos profesores de la Universidad praguense. \n\nAl estudio de las obras de Wycklif, Hus se dedica especialmente entre los años 1396 y 1398. Se conservaron notas y glosas, con las que Hus acompañó su lectura de los textos de Wycklif. \n\nHus fue ordenado sacerdote en 1400. Un año más tarde, fue nombrado decano de la Facultad de Arte, y en 1409 Rector de la Universidad praguense. \n\nEntretanto, en 1403 los maestros alemanes provocaron en la Universidad una disputa sobre los textos de Wycklif, logrando la condena de algunas enseñanzas suyas. Este hecho indignó mucho a Hus, quien declaró que todos los que falsificaban el legado de Wycklif deberían ser quemados vivos en la hoguera. \n\nEntre los años 1400 y 1402 Juan Hus predica en la Iglesia de San Miguel, demostrando su elocuencia y dotes oratorias. Critica severamente toda una serie de vicios, principalmente la fornicación, la usura y la brujería. En especial, no le gusta la danza, y por lo tanto exige su prohibición oficial. \n\nEste puritanismo es explicable por lo remordimientos de Hus en relación con sus disparates juveniles y estudiantiles. \n\nAl mismo tiempo, comienza a utilizar un vocabulario demasiado expresivo, popular y argotista. Sin embargo, los sermones de Hus en aquella época no sobrepasaban el marco de la ortodoxia católica. \n\nJan Hus se convierte en uno de los predicadores más famosos de Praga. Gracias a esta fama comenzó a actuar en la denominada Capilla de Belén a la que solían concurrir no sólo gente sencilla, sino también aristócratas de influencia y parte de la burguesía capitalina. Entre los auditores de Hus se encontraba también la Reina Sofía, esposa del soberano checo, Wenceslao IV. \n\nLa extraordinaria sugestividad de los sermones de Hus testimoniaba su capacidad de responder a la sensibilidad de las masas. Este don le permitió manipular facilmente al pueblo, inculcarles todo tipo de argumentos e influir sobre su forma de pensar. \n\nLa enorme diferencia que existía entre la imagen de lo que tenía que ser la Iglesia de Dios y las autoridades eclesiásticas estaba profundizándose. Debido a esto, la desilusión de Hus comenzó a prevalecer sobre la orientación hacia una reforma legítima. A este desvío contribuyó notablemente el carácter de Hus que se destacaba por una gran emotividad y tendencia hacia un realismo extremista. \n\nAl estudiar en 1408 la obra de Wycklif "De la Verdad de las Sagradas Escrituras", Hus se sintió como si se le hubieran abierto los ojos. Esta comprensión se debió a la permanente frustración que le provocaban los profanos abusos de la administración eclesiástica, sobre todo, el negocio pecuniario que se venía llevando a cabo con las indulgencias.\n\nLa frustración provocó en Hus cierto regreso hacia el cristianismo primitivo, y el propio texto de la Sagrada Escritura se convirtió en el criterio único de la verdad. Sólo lo que coincide con la Escritura es verídico, todo lo demás es casual, incorrecto. \n\nLa lamentable situación en que se encontraba la Iglesia eurooccidental y su cisma papal confirmaban esas conclusiones de Hus. \n\nEn vista de la crisis disciplinaria e institucional que atravesaba la Iglesia Católica antes de 1415, Hus comenzó a identificar a sus seguidores y a sí mismo con Jesucristo y sus Apóstoles. A los que escuchaban sus sermones les exhortaba a la imitación fanática del Maestro, mientras que a sus adversarios les denominaba "fariseos, saduceos", y al Papa "encarnación del Anticristo". \n\nDesde 1379, toda la iglesia occidental se debatía entre excomuniones provocadas por la existencia de dos papas. Entretanto, el emperador romano-germánico, Segismundo, hermano del Rey Checo, Wenceslao IV, dispuso en 1403 que los cristianos europeos no obedecieran bula papal alguna. Y en 1409, los cardenales de la fracción se rebelan y declaran "herejes" a los dos papas existentes. Se convoca el Concilio de Constanza.\n\nTeniendo en cuenta todos estos antecedentes, la actitud de Hus frente al Concilio de Constanza puede ser calificada de absurda e irónica. Hus rechaza la acusación de herejía y exige que el concilio le enseñe la verdad. \n\nPero Hus sabía muy bien que este tipo de concilio no podía darle una respuesta adecuada al problema de las enseñanzas de su amado pensador inglés, John Wycklif. \n\nTenía que saber que su intransigencia frente al Concilio no tendría otra solución que la excomunión y la muerte. Tanto más siguió remitiéndose al destino terrestre de Jesucristo. \n\nJuan Hus se identificó con Jesucristo como adversario de los fariseos y saduceos. Pensaba que mientras más maldijera a la Iglesia institucional, más fiel sería al legado de Cristo. \n\nNo le importaba que las acusaciones planteadas por el Concilio fueran infundadas, o no. El Concilio era para Hus un tribunal semejante al que había condenado a Cristo. \n\nEl Concilio de Constanza consiguió la abdicación de dos de los Papas existentes, Juan XXIII y Gregorio XII, y excomulgó al renuente Benedicto XIII, español cuyo nombre era Pedro de Luna. Al mismo tiempo, proclamó la superioridad del Concilio sobre el Papa, terminando el cisma de Occidente. \n\nDicho Concilio condenó a la hoguera a Jan Hus por herejía. El seis de julio de 1415 fue quemado vivo y sus cenizas lanzadas al río que atraviesa Constanza. \n\nDesde aquel entonces, muchos checos, especialmente los de orientación evangélico-protestante, anticatólica o atea, consideraron la muerte de Hus como una injusticia histórica pendiente de rectificación o rehabilitación. \n\nA sus seguidores se les llamó Husitas. En el lecho de muerte, Jan Hus pronunció las célebres palabras "Vas a asar un ganso (Hus en checo se traduce por ganso), pero en cien años vendrá un cisne que no podrás asar".\n\nCiento dos años después Lutero proclamó la Reforma que lleva su nombre publicando las "95 tesis" en Wittenberg. En su escudo de armas, curiosamente, había un cisne.\n\nEl monumento de Jan Hus es obra de Ladislav Saloun y se instaló en 1915 con motivo del quinto centenario de su muerte.\n\n\n
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  • 2010-06-22 14:37:09
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  • El monumento a Jan Hus, en Praga.
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