Hablando de la Magia, de los Misterios del Camino, de ese Factor X presentido e investigado por escritores y psicólogos de la talla de Colin Wilson, no podía dejar pasar la oportunidad de exponer aquí una de las curiosas maravillas con las que me he topado durante mis viajes: la enigmática pentalfa de la ermita de San Bartolomé, en el Cañón del Río Lobos.
La grabación que se presenta en ésta entrada, la conseguí el pasado día 2 de mayo, con la ermita felizmente abierta y los visitantes llegando en tropel. Fue la primera, y por tanto, la más desconcertante y entrañable de todas las grabaciones sobre la enigmática pentalfa del transepto, que, como se puede suponer, llegaron a continuación.
No era mi intención presentarla, al menos de momento, aunque hace algún tiempo expuse alguna que otra referencia y hubo gente que, afortunadamente, tomó buena nota. Gente, no como esos estúpidos de turno, que llegan a la ermita con el cincel en la mano para hacer ver en sus paredes que un imbécil estuvo allí. No, por el contrario, gente fascinada y respetuosa con un lugar que, no me cabe duda, es todo un cúmulo de conocimiento y sabiduría. En definitiva, un santuario que merece ser estudiado, conservado y respetado.
Por si a alguien le puede interesar, he aquí, pues, un enigma más de San Bartolomé.
\n