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 Hace unos días, a tenor de una estatua que está situada a unas decenas de metros de la Basílica del Sacre Coeur, os conté la historia del Chevalier de la Barre.\n\n¿Es curiosa, verdad?. La admiración que despierta su figura y lo que representa frente a la intransigencia del poder político y de la religión, ha llevado por toda Francia a hacerle inumerables homenajes en forma de estatuas, asignarle su nombres a asociaciones o rotular calles con su nombre.\n\nEste es el caso de París. A unos metros de la estatua del Chevalier, hay una calle con su nombre:" Rue Chevalier de la Barre".\n\nEsta calle nace, en pleno Montmartre, en la Rue du Mont-Cenis, se dirige hacia la parte trasera de la Basílica de Sacre Coeur a la que rodea, se cruza con la Rue de la Bonne, donde la calle se convierte en unas escaleras que bajan (o suben según el sentido) hasta cruzarse con la Rue Lamarck. \n\nAl llegar a la Rue Paul Albert hace un cambio de dirección a la derecha hasta desmbocar en la Rue Ramey.\n\nEsta calle que se convierte en un bonito paseo en llano, a excepción de las escaleras que suben de la Rue Lamarck a la Rue de la Bonne.\n\nEs, dentro del bullicioso barrio de Montmartre, una de las calles peatonales del mismo, y, por eso, quizá, conserva sus adoquines irregulares antiguos, una escalera empinada y una barandilla a la que asirse en caso de dificultad en su trayecto.\n\nEs, también, una calle peculiar, de barrio, en la que la zona más cercana a la Basílica es una secuencia continua de tiendecitas y bares pequeños muy acogedores.\n\nOs comentaba hace unos días que, en esta calle, nos esperaba una sorpresa. Y así es. Pero hay una dificultad, para verla hace falta ir cuando ya ha anochecido.\n\nMe explico. En 1996, la escalera a la que hacía mención anteriormente (desde la esquina de Rue de la Bonne a cruce con Rue Lamarck), fue reformada por el mal estado de conservación en la que estaba. \n\nEntonces, dos artistas, Henri Alekan (cineasta) y Patrick Rimoux (él se define como escultor de la luz), tuvieron una idea genial y sorprendente.\n\n La escalera está dividida en dos partes separadas por una barandilla. Bueno pues, cada una de ellas tiene incrustados entre los adoquines unos trocitos de fibra de vidrio de modo que, cuando llega la noche y un foco de luz se acerca, por pequeño que fuera, estos trozos de fibra de vidrio se iluminan. Es un juego de luces extraordinario.\n\nPero todo no queda ahí. Estos artistas pusieron la fibra de vidrio en tal disposición que la escalera de la derecha representa la disposición de las estrellas en el firmamento el día 1 de Enero a las 10 de la noche. La escalera de la izquierda representa el cielo el día 1 de Julio a la misma hora.\n\n¿No os resulta curioso? Pero aún hay más.\n\nOs cuento otra historia de esta escalera de cuando aún no tenía luces. El poeta Paul Verlaine y el poeta Arthur Rimbaud, ambos homosexuales y pareja, paseaban por esta calle, cuando Verlaine preso de los celos, arrojó al joven poeta escaleras abajo después de haberle dicho al oído uno de los más bellos versos de amor que se han escrito jamás.\n\nBueno, ya hemos llegamos al final de este post. ¿Quién nos iba a decir que el Chevalier de la Barre, un jovenzuelo de 19 años nos iba a dar tanto juego, verdad?.\n\n
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