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  • En 1870, Napoleón III estaba en guerra contra Prusia. Entonces la capital de Francia, a pesar de disponer del mayor ejército del mundo, tenía necesidades de abastecimiento y salubridad.\n\nA París se le caracterizaba entonces un mal olor nauseabundo nacido del abandono de servicios públicos que Napoleón III impuso para desviar su pecunio hacia otras direcciones que le reportaban mayor gloria e inmortalidad.\n\nLa posterior restauración de la República, el episodio de la Comuna de París, el devastador bombardeo de los prusianos, la aplastante derrota del ejército francés que deja Alsacia-Lorena en manos prusianas, son hechos que afectan a la ciudad. \n\nParís estaba necesitada. El Estado en bancarrota. El pueblo herido en su orgullo. Entonces surgió el espíritu de personajes con grandes caudales que se convitieron en filántropos y colaboraron con la ciudad en su rápida conversión en un lugar reluciente y, de nuevo, habitable.\n\nEntre ellos, apareció un inglés, Sir Richard Wallace, quién se preguntó de qué forma podía ayudar al pueblo de París. ¿Cómo podría actuar para que las clases bajas de París puedieran tener un mínimo de bienestar?.\n\nWallace y sus asesores decidieron construir fuentes de agua potable por toda la ciudad, de modo que todo el mundo tuviera acceso a este bendito elemento en momentos de gran necesidad y de falta de salubridad.\n\nEn 1871, se construyó la primera Fuente Wallace en el Boulevard de la Villette. Wallace puso el diseño en manos de un gran escultor, Charles A. Lebourg quien aplicó la nueva mecánica nacida de la Revolución Industrial para conducir y levantar el agua en más de cien puntos por todo París.\n\nA Wallace, a diferencia de otros pseudofilántropos, el pueblo de París le tomó como un verdadero benefactor que evitaba reconocimientos públicos innecesarios y no presumía de sus actos. Por esta razón, Wallace fue llorado a su muerte y se le reservó un lugar privilegiado en el Cementerio de Pere-Lachaise. Francia lo tomó como hijo adoptivo.\n\nWallace impulsa la siguiente filosofía: ayudar de manera eficaz y discretamente a los que lo necesitan y las fuentes son la manera de hacerlo sin dejar de cumplir su deseo de embellecer París, sin espectacularidad. Así, decía, también ayudo a los verdaderos pobres de París.\n\nEn cuanto a las características de las fuentes, Wallace impone ciertos criterios: suficientemente grandes para dar servicio y suficientemente pequeños para que no perturbe el paisaje; práctico pero con un toque de belleza que le haga destacar en la ciudad; precio asequible para poner un centenar o más; el material debe ser resistente y fácil de trabajar.\n\nSe crean cuatro versiones diferentes. Se utiliza el hierro como material de construcción.\n\nLa fabricación de las fuentes será tarea de las fundiciones en la Val d'Osne situada en Haute-Marne, cerca de Saint-Dizier. El sello impreso en ellas las delata.\n\nEl modelo que más triunfó fue el modelo mayor que medía 2,71 metros y pesaba 610 kilos, inspirado en la Fuente de los Inocentes de la que, hace unos días, escribí un post con su propia historia.\n\nEstas fuentes tienen una base octogonal que se ajustan en la parte alta con cuatro figuras de cariátides, terminando en una cúpula adornada con un pico y delfines.\n\nLas cuatro cariátides representan la bondad, la sencillez, la caridad y la simplicidad. Todas ellas son diferentes, ya sea por la posición de su rodilla y pie, o por cómo su camisa se anuda en el cuerpo. \n\nEl simbolismo está presente en la base octogonal: los cuatro lados más amplios están decorados con un tridente que se envuelve alrededor de un tritón y los otros cuatro muestran las corrientes marinas con un collar de perlas. \n\nEl agua se distribuye en un gotero desde el centro de la cúpula para, a continuación, caer en una cuenca que está protegida por una valla.\n\nLa mayoría de estas fuentes aún sigue de pie y, al contario de lo que piensa la gente, siguen en funcionamiento. Lo hacen desde cada quince de marzo a quince de Noviembre, de manera que no funcionan cuando el frío hace aparición y pueden reventar las conduciones de agua elaboradas en plomo.\n\nNo era agua bendita, pero gracias a Wallace, el pueblo de París la tomó como tal.\n
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  • 2009-01-31 21:36:46
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  • La "Fontaine Wallace".
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