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La primera vez que visité París reservé hotel en el Barrio de la Ópera, muy cerca de la Estación Saint-Lazare, a pocos pasos de los almacenes Galeries Lafayette.\n\n
 Como estábamos, mi mujer y yo, en el distrito París VIII, decidimos que el primer día íbamos a tomárnoslo con tranquilidad y pasear por las inmediaciones del hotel hasta hacernos con el ritmo de la ciudad.\n\nBajamos hasta la Ópera Bernier y des pués tomamos el Boulevard des Italiens hacia la derecha en dirección a Rue Royale donde teníamos que hacer una parada para ver la Iglesia de la Madeleine.\n\nVano intento el nuestro, La Iglesia de la Madeleine, que más que una iglesia cristiana parece un templo griego o romano, estaba cerrado por reformas. Nuestro gozo en un pozo.\n\nPero no hay mal que por bien no venga. A lo lejos divisamos una iglesia que nos llamó la atención. Bajamos las escaleras de la Madeleine, no sin antes tomar una foto de la perspectiva Rue Royale-Place de la Concorde-Palais Bourbon.\n\n Nos dirigimos a esta iglesia que, sin quererlo ni beberlo, se convirtió en un hito para nosotros, fue la primera iglesia de París que pudimos conocer.\n\nOs voy a contar algo más de ella para daros algunas pistas.\n\nFue construida entre 1860 y 1872, bajo el auspicio del Barón Haussmann y su diseñador fue el arquitecto Victor Baltard, un iluminado en cuanto a utilizar en la construcción la mezcla de piedra e hierro, una novedad que impulsó la construcción de edificios más económicos, resistentes y modernos.\n\nEs un edificio de fachada estrecha, cuya nave se va ampliando a medida que se adentra hacia el coro. Todo el revestimiento del edificio es de piedra, mientras que la armadura es totalmente metálica.\n\nLa fachada se compone de un portal con tres arcadas cuyos pilares están realzados de símbolos de los cuatro evangelistas, y tiene una galería esculpida con figuras de Cristo y de los doce apóstoles.\n\n La riqueza ornamental de la fachada, formada por cuarenta y cinco figuras de piedra, doce de bronce, tres personajes pintados sobre lava, fue destacada por los críticos contemporáneos.\n\n\nTiene un gran rosetón enmarcado por un majestuoso frontón en la fachada y destaca su cúpula que culmina a sesenta metros de altura. Su planta tiene cien metros de largo.\n\nEstá en el centro de una plaza sin árboles ni construcciones alrededor, por lo cual la ves desde lejos, y parece aún más impresionante. \n\nEl nombre de la iglesia se toma de un santo del siglo IV, nacido en lo que es hoy Argelia, que, convertido al cristianismo, ayudó a evangelizar el imperio romano de África del norte.\n\nA pesar de su magnanimidad, los parisinos la conocen poco por tener su ubicación en una zona de oficinas y los visitantes por estar un poco alejada de las rutas turísticas habituales.\n\nAhora te toca a tí...\n\n¿Sabes a qué iglesia nos estamos refiriendo?\n\nEnvíanos tus comentarios.\n\n
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