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Con 8 años me pusieron a compartir pupitre con Carlos, lo más trasto y adorable que se ha sentado a mi lado. Fué el primer chico al que le gusté y me conquistó haciéndome reir. Cuando atender a la pizarra obligaba a sentarse a horcajadas en aquel banco corrido él tiraba de mí hacia atrás y me robaba-regalaba besos. Durante un año inseparables y después la distancia con mi nuevo cambio de colegio.\n\n \nUna tarde de invierno, 7 años más tarde, un compañero de la pandilla se presentó con un chico y se acercaron a mí. ¿No sabes quien es? me resultaba vagamente familiar... "¿Tan pronto te olvidaste de mí?" me dijo. Los mismos ojos pícaros, la misma inmensa sonrisa... ¡¡¡¡Carlos!!!! Un abrazo largo y feliz nos devolvió los años perdidos. Y durante ese tiempo volvimos a ser inseparables. No "salíamos" ni falta que hacía, éramos amigos, compañeros y cómplices. Seguía haciéndome reir.\nUna tarde, al llegar al instituto, recibí el golpe. Cuando esa mañana se dirigía caminando hacia el autobus un hijodeputa, borracho y sin carnet, se salió de la vía y le empotró contra una valla matándolo en el acto. Me derrumbé en aquella escalera rota por un dolor tan intenso que no me dejaba ni respirar y luego empecé a llorar. Lloré durante días, lloré como jamás antes había llorado por nadie, ni siquiera por mis queridos abuelos. Su funeral tuve que seguirlo desde la calle, incapaz de ver el féretro. Una macabra broma del destino, pensaba entonces, me lo había devuelto durante 3 meses para luego dejarme su pérdida.\n\n \n20 años después Carlos volvio. Volvió por sorpresa una tarde mientras meditaba en grupo. No había sido llamado, no había pensado en él desde hacía meses, aunque su recuerdo acababa volviendo a mí antes o después, pero volvió. Y el abrazo que nos dimos multiplicó por millones el abrazo de aquel lejano invierno porque fué un abrazo de almas. Imposible de describir, dificil de volver a vivir... un auténtico regalo.\nSe "instaló" en mi casa y nos acompaño durante aquel tiempo tras mi separación. Lo sentíamos y nos sabíamos cuidados. Mi hijo lo llamaba "nuestro angel de la guarda". Estuvo con nosotros hasta que me supo de nuevo en buenas manos y solo entonces un día, de repente, nos dimos cuenta que ya no estaba.\nHace 25 años que mi querido amigo Cuca murió. Hace 25 años que vive en mi corazón.\n\n \nCarlos, tu lo sabes... te quiero\n\n\n
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