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 Hace muchos años leí una clasificación subjetiva pero acertadísima de los tipos de viajeros/turistas que recorren este planeta, y que iba desde "el bebecharcos", capaz de dormir en amor y compañía de cualquier proteína movil y de comer rata si es lo que los lugareños se zampan habitualmente, hasta los "solo en 5 estrellas", que no precisan de explicaciones adicionales.\n\nInmediatamente por encima de los seres adaptables a cualquier y penosa circunstancia se encontraban las "parejas Lonely Planet", viajeros por libre capaces de soportar casi de todo siempre y cuando esperen encontrar una cerveza razonablemente fría al final del día.\n\nEn aquel momento me ví plenamente reflejada en aquella defición; lamentablemente desde 1992 no he vuelto a poder ejercer de tal. Pero este año ¡¡¡por fín!!! volveré a coger la mochila, sabré unicamente donde y cuando empiezo y termino el recorrido, y el resto se irá haciendo a medida que los días avancen.\n\n\n\n\n\nNo sé bien donde se enteró mon Capitain que desde hace poco un barco une de forma regular Fuerteventura con Tarfaya, al sur de Marruecos, pero de ahí a decidir que ese será nuestro destino este año solo ha habido un paso.\n\nAnte mi se extienden 16 días para recorrer de nuevo un país árabe (hay que ver la fascinación que me producen...), usando transporte público, con la Lonely bajo el brazo como única referencia, decidiendo tras cada paso hacia donde encaminar el siguiente, compartiendo decisiones, fatigas, atardeceres y gentes con la persona amada, y con un solo objetivo: exprimir cada minuto de vida en el camino.\n\n\n\n\n\nAdemás Marruecos tiene para mí un aliciente sobreañadido... fue el destino elegido para aquella primera salida al extrajero que, como para tantos jóvenes hace años, fue el viaje fin de carrera. Solo que en aquella ocasión la jugarreta de la agencia contratada limitó nuestro periplo a 7 noches en Tanger con una escapada a Fez y otra a Chauen. Aquello, aunque tan insuficiente, bastó para que el deseo de volver haya estado siempre presente y ahora ha llegado el momento de saldar la deuda pendiente; el tiempo del reposo ha terminado y mi mente ya ha comenzado a viajar.\n\n\n\n\n\nNo más trayectos predeterminados, no más horarios que cumplir, no más tenerse que quedar donde no apetece y tenerse que ir de donde se está tan a gusto... solo yo, el camino y la mejor de las compañias.\n\n¿Como no estar impaciente?\n\n\n\n
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