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 La primera sorpresa que uno tiene al llegar a Iceland (Islandia) es que no hace honor a su nombre. No es el pais del hielo sino todo lo contrario, es una isla verde, verdísima. Al Igual que Greenland (Groenlandia) no es la isla verde. Quizás los nombres se debieron invertir, aunque lo de Greenland creo que fue una argucia de Erik el El Rojo como explicaré en un próximo post sobre esta fascinante isla. \n\nIslandia es verde y volcánica a la vez. El agua es visible durante todos los días de tu viaje. Por el mar que la rodea, por las miles de cataratas que te dejan boquiabierto, por los lagos que te encuentras, por los fiordos, por los glaciares, los icebergs y como no, en los géysers.... agua, agua y más agua. En todos sus estados físicos. Al haber tanta humedad, en algunos lugares, la lava está recubierta de una espesa capa de musgo, como una tupida alfombra o colchón. \n\nOtra cosa fascinante de esta isla es la sensación de aislamiento o de soledad cuando viajas por ella. Sobretodo si te apartas un poco de las rutas más turísticas. De hecho, una frase famosa en islandia es "Lost in Iceland". Y a mi me encanta esa sensación, como de ser la primera persona que pisa esa tierra recién hecha. Porque Islandia parece recién hecha, la tierra acabada de hacer, que todavía, en muchos lugares huele a huevos prodridos (azufre vaya), donde sale humo del suelo y el agua o el barro hierve en sus entrañas.\n\nSi uno se aparta de las rutas más turísticas (que hay que ir pues hay realmente cosas bonitas, aunque pueden verse deprisa e ir a los lugares interesantes de verdad) va a descubrir una Islandia única. Es imposible resumir todo lo visto en quince días, quien quiera más información o consejos que me los pida, pero solo apuntar que a mi lo que más me gustó fue perderme por los fiordos del noroeste y la península de Snaefells, por el lago Hvtan y alrededores y especialmente por el interior de la isla, donde solo se atreven poderosos 4x4 (y yo iba con un pequeño utilitario que machaqué.... suerte que no era mio). Llegué a un camping que está justo en el medio de la isla y cuando bajé del coche todos me miraban y pensé, que pasa.... tengo monos en la cara. Resulta que todos habían llegado con Jeeps y yo era el único pequeño utilitario. El llegar hasta allí ya fue precioso, un camino de tierra y piedras con llanuras hasta donde te alcance la vista, casi infinitas, tierra volcánica, con lagos interiores y un cielo azul intenso dibujado por nubes que bailaban al son del viento (me recordó un poco a las llanuras de la Patagonia argentina). Y frente a tus ojos, dos montañas de hielo inmensas, dos glaciares imponentes. Y el camping estaba entre ambos, en un lugar con actividad geotérmica. Puse mi tiendecita junto al rio cuando me percaté que el agua que bajaba sacaba humo... que bien, pensé, necesito un baño. Seguí el curso del rio y más arriba había una especie de hueco con forma de piscina. Alguien más lo había descubierto, pero el baño caliente en esas tierras frías fue inigualable.\n\nY de pronto llovió.... y ante mi tienda apareció un arco iris precioso! Y esto tan solo en un día. \n \nOs explicaría tantos días de grandes emociones en Islandia que tendría que dejar el trabajo para solo escribir posts. \n\nBueno, quizás tenga tiempo para escribir algo más sobre Islandia antes de hacerlo sobre Groenlandia (que me gustó más si cabe que Islandia). Grandes historias para mí, como el día que pasé con un gran viajero alemán que hacía autoestop a las cinco de la mañana (hora que yo salía en ruta para ver las cosas sin turistas). Un gran viajero que me enriqueció aquel día que pasamos juntos, explicándome sus experiencias viajeras, por todo el mundo y como nos "colamos" en un albergue solo para jugar a ajedrez.\n\n\nO como para porder disfrutar de la compañía de los frailecillos (como el que os muestro en la foto del post que además son el símbolo de Islandia) tuve que recorrerme solitarios acantilados de la Isla y los descubrí en uno de los lugares más aislados y solitarios. En un fiordo del noroeste llamado Latrabag. Cuando los tuve ante mí, perdí la noción del tiempo, estuve toda una tarde viéndolos lanzarse del acantilado al mar embravecido en busca de pececillos para sus crías. Al rato vovían con peces en la boca y se metían en un agujero cabado con sus fuertes picos y de nuevo salto al vacío. \n\n\nViajar es una de las experiencias más maravillosas del mundo... \nUn abrazo a todos. Pronto más historias.\n\n\n\n\n\n\n\n
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