Si a China se la simboliza con un Dragón, yo llegué a principios de esta semana al ojo del Dragón, a Beijing (Pekín). Seis horas de diferencia con España y miles de años de culturas y costumbres que nos separan. Pero Beijing ha cambiado mucho y está en constante cambio. Los espacios tradicionales conviven con lo moderno a tan solo unos metros de diferencia. Los “hutones” (callejones) tradicionales de la ciudad se tocan con los modernos y altos edificios de cristal y acero. La modernidad se está cobrando un alto precio en la capital de China, en el país que ellos llaman “Tianxia” (todo bajo el cielo), porque China más que un país es un universo con muchas Chinas diferentes. 
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En Beijing también he destruido ciertos prejuicios, sobre si los chinos no son amables o que escupen constantemente o si en un país extranjero nunca puedes parecer perdido… En esta inmensa ciudad me he perdido entre callejuelas y me han visto perdido y me han intentado ayudar a situarme sin pedirlo y eso en chino, pues el ingles de la población china es casi nulo. Son amables y escupen mucho menos que en la India. \n
Por cierto, hoy he recorrido 10 km de la Gran Muralla, en Simatai, un lugar poco restaurado, más auténtico que otros tramos turísticos y me ha maravillado esta obra humana de hace miles de años. Un espectáculo que nadie debería perderse.\n\n\n\n\n
Antes de llegar me imaginaba la ciudad con más bicicletas, pero hoy, los coches y los teléfonos móviles las han suplido. Tiendas de grandes marcas junto a comercios de “todo a un yuan”. Restaurantes de lujo junto a puestos callejeros con escorpiones y caballitos de mar en un pinchito.\n\n\n
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Beijing es fascinante (como lo es el viajar en si mismo). Descubrirla sería misión de meses y años. Pero después de haber leído con los pies las primeras líneas de este gran libro que es Pekín, hay que ver otras cosas, vivir otras experiencias en estas diferentes chinas que hay en “Tianxia” o todo bajo el cielo. Del ojo del dragón me adentraré en el vientre del dragón, a ver como salgo de su digestión.\n\n
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Pasado mañana viajaré hacia Datong, en ruta hacia Pingao y Xi’an en el “gallo de hierro” como el gran Paul Theroux llamó a los trenes de la China.\n\n
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Hasta pronto y un abrazo a todos/as desde Beijing.\n\n\n\n\n\n\n\n
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