LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_LORENZO_2009_7_21_HENAN-SEGUNDA-PARTE-LEJOS-DEL-MUNDANAL-RUIDO-

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Después de visitar el impresionante Parque Nacional de Yuanjiajie en el Hunan, me dirigí hacia el sur de esta provincia. Mi siguiente parada fue en Fenhuang, un precioso pueblo de estilo tradicional al que cruza un bonito río.\n\n

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Por la noche Fenhuang se iluminaba como si fuera Navidad, con luces de neón amarillas y rojas, y decenas de puestos callejeros te ofrecían todo tipo de pinchitos a la brasa (de pulpo, patata, berenjena, gambas,… y hasta cangrejos de río y alguna serpiente para los más atrevidos). \n\n\n\n

\n\n\n\nÉste pueblo me recordó muchísimo a la ciudad antigua de Lijiang (en el Yunan) tanto por lo positivo (las construcciones de las casas conservan su estilo tradicional y perderse por sus callejuelas junto al río es todo un placer) como por lo negativo (es un lugar turístico para los chinos y eso quiere decir, cientos de ellos por las calles y a cada paso un puesto de comida u objetos de regalos). Por eso, a pesar de su enorme encanto tan solo estuve un día y medio y decidí salir hacia Dehang. \n\n\n\n\n\n

Fue en Dehang donde encontré un lugar maravilloso lejos del mundanal ruido y donde me quedé tres días.\n\n

No sé si podré definir este pequeño pueblo como se mereciese y no creo que mis fotos le hagan justicia, pero lo intentaré.\n\n

Dehang es un pequeño pueblo de a penas una treintena de casas. A sus costados pasan dos ríos y junto a éstos ríos pequeñas terrazas de arroz donde sus habitantes, ataviados con sus vestidos tradicionales de la etnia Miao, fabricaban cestas de caña de bambú, o zapatillas de una especie de paja, o cortaban malas hierbas en los márgenes de los campos. Además, por si esto fuera poco, el pueblo de Dehang está encajonado entre unas montañas y picos de roca cárstica lo que le otorga una estampa majestuosa. Pocos viajeros llegan hasta aquí y lo puedo decir porque en mis tres días en Dehang tan solo coincidí con una pareja de franceses. Y es que la mayoría pasan de largo para dirigirse a Guilin y Yangsuo.\n\n

Fue una de las mejores decisiones que tomé el venir a este pueblecito y de lo mejorcito de China que he visto hasta ahora.\n\n

Durante esos tres días recorrí sus senderos, entre los campos de arroz, cuyos tallos rozaban mis piernas, y sus paredes verticales de roca me maravillaban a cada paso. Entre tanto, el río serpenteaba entre los arrozales y cientos de libélulas y mariposas enormes y de diferentes colores, revoloteaban junto a mí. Los niños y niñas buscaban recodos del río para bañarse y jugar desnudos como si la felicidad estuviera pensada tan solo para ellos. Yo busqué un solitario salto de agua y quise ser niño por un momento y también me bañé. \n\n

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Todos los senderos que recorrí acababan en una bonita cascada que caía de esas altas paredes de roca blanquecina.\n\nAdemás de todo eso, la etnia Miao hace unas salchichas de carne buenísima que cocina salteadas con habitas y cebolla tierna y hacen unas tortillas buenísimas. Vaya que me hubiese quedado un mes aquí para aprender Chino o lo que fuera.\n\n\n

En China hay muchos lugares preciosos pero para mi Dehang quedará grabado en mi recuerdo como un pequeño tesoro.\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n