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  • Explica la historia que Stendhal, escritor francés, cuando visitó la ciudad de Florencia y sus iglesias y museos tuvo una sobredosis de belleza y escribió que por momentos, incluso llegó a nublársele la vista y marearse.\n\n

    Estudiosos de este caso se dieron cuenta que no era la única persona que le pasaba que al estar rodeados de belleza tenían los mismos síntomas. Y científicamente se le llamó a este el “síndrome de Stendhal”.\n\n\n

    Durante este viaje de vuelta al mundo que estoy haciendo y en que ya llevo más de medio año “on the road” (en ruta), he pensado a menudo en este hecho curioso de la psique humana. Pues cuando viajas libremente muchas veces encuentras lugares de una belleza sublime. Paisajes, obras arquitectónicas, museos, animales, personas. En muchas ocasiones he notado como me quedaba paralizado observando y el corazón me empezaba a latir más rápido. Tendría muchos ejemplos, pero recuerdo haberlo sentido ante el Thal Mahal en la India, o en la Gran Muralla China, en la sabana africana, y en este viaje, en Moscú, en el Lago Baikal, en Mongolia, en algún rincón de Japón, en el centro Australiano y buceando en la Gran Barrera de Coral y ante algún paisaje de Hawai.\n\n\n

    Lo que a la belleza se refiere es un concepto muy subjetivo. Según la Real Academia de la Lengua, “belleza” es la propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros un deleite especial. Pues bien, durante este viaje he visto muchísimas cosas bellas, paisajes, personas, animales. Cada día que transcurre me hace amar mas si cabe este milagro de planeta nuestro, que si somos un poco conscientes, somos un diminuto grano de arena perdidos en la inmensidad, un pequeño planeta calentado por una pequeña estrella a la que llamamos Sol, en los límites de una mediana galaxia junto a otros millones de ellas y que hemos tenido la suerte que el transcurso lento de millones de años y cientos de casualidades nos hayan posibilitado existir, respirar, amar y reproducirnos (no se con que propósito) y que nos posibilita admirar toda esa belleza a la que me refería al principio. La belleza de nosotros mismos por poder pensar y crear cosas bellas, la belleza del paisaje moldeado por los cuatro elementos (aire, fuego, agua y tierra), la belleza de los otros seres vivos, como la flora y la fauna, …. No me digáis, que ante tanta belleza uno no siente un estremecimiento en la espina dorsal. Quizás me esté pasando lo mismo que a Stendhal cuando viajó por primera vez a Florencia.\n\n

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    PD. La fotografía de portada, que es de una gran belleza, no es mía. Es de National Geographic y son terrazas de arroz en China. Allí estuve yo pero no pude captar tanta belleza como estos fotógrafos profesionales.\n\n\n\n\n\n\n\n

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  • 2010-10-09 20:58:20
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  • VIAJES Y EL SÍNDROME DE STENDHAL
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