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El extraño título de este post se debe a dos motivos: el primero es porque he estado tan solo 5 días en Beijing, ciudad que ya conocí el año pasado durante mi viaje de 3 meses por China, y el segundo es porque he querido hacer un homenaje a aquellos históricos 55 días en Pekín, donde el verano de 1900 se vivieron días sangrientos que acabaron con la Dinastía Manchú. Fue cuando la rebelión “boxer” de China quiso expulsar del país a los extranjeros y las fuerzas internacionales acabaron entrando de forma sangrienta y con armas más poderosas a Pekín acabando con la vida de todos los que se encontraban en su camino. Una demostración vergonzosa del uso de la fuerza contra los “desarmados” boxer que pensaban que les protegían sus dioses y fueron aniquilados, además de miles de personas inocentes. La excusa de las fuerzas occidentales era proteger la línea de ferrocarril hacia Tianjin, pero la chispa que provocó la gran venganza fue la muerte del embajador alemán.\n

Pero mis 5 días en Beijing fueron muy tranquilos. Beijing es un buen “caravanserai”, o sea, un lugar donde descansar después de un largo viaje, afeitarse, cortarse el pelo (que a mi me costó menos de 2 euros), pasear y disfrutar de la comida china, etc.\n\n

Como ya había visitado Beijing el año pasado ahora no tenía el “estrés” de tener que ver la Ciudad Prohibida, el Palacio de Verano, La Gran Muralla China, la Plaza de Tiananan Men, etc… Por eso dediqué estos 5 días, antes de pasar a Corea del Sur, para relajarme y perderme por sus parques. Que preciosos parques tiene Beijing. Me tienen enamorado. Y comer su cerdo agridulce con piña, o pollo con cacahuetes, o…. que rica la comida china. \n\n

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Y perderme por sus hutones (o barrios tradicionales), que por cierto, me perdí de verdad. Alquilé una bicicleta para recorrer un parque precioso que tiene tres lagos enlazados por unos bonitos puentes y alrededor hay muchos hutones y me perdí y no sabía donde devolver la bicicleta. Suerte que a veces pienso que tengo un gps en mi cerebro y por intuición supe “encontrarme”. Pero que sensación más bonita estar medio perdido por Beijing en bicicleta por los laberínticos hurones y sus perfumados parques.\n\n\n\n \n\n

\nEn Beijing ya me siento como en casa, pues me conozco el precio de las cosas, el metro, los autobuses, mis platos preferidos y tengo un poco del vocabulario básico.\n\nAproveché también un día para ir a Tianjin, que en un tren rápido tan solo está a media hora y es una ciudad muy interesante y poco visitada por los viajeros. \n\n

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Pero ahora empieza otra vez lo desconocido, otro país, otra cultura, otra gastronomía… y es como empezar otra aventura nueva llena de grandes emociones. Nos vemos en Corea, próxima parada Seul.\n\n\n\n\n