PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • Australia me recibió de una forma antipática. A las seis de una mañana lluviosa y gris llegué a Cairns en un vuelo nocturno procedente de Tokio. Pero tenía todos los números para ser importunado por los señores de aduanas. Mis números eran llegar con mochila y sin afeitar, en un vuelo donde todos eran ricos japoneses y yo el único occidental, y que como sabían las autoridades australianas, tan solo una semana antes había comprado el vuelo. Confiado de mi no me percaté de que me había tocado la rifa hasta que un agente se acercó a mi y me empezó ha hacer preguntas extrañas. Primero me preguntó si había entendido bien el formulario en inglés que hay que rellenar antes de pasar la frontera. Le dije que sí. Insistió varias veces e incluso lo repasé (no llevaba explosivos, ni drogas ni más de diez mil dolares, etc), seguro le dije que sí que lo había entendido. Me volvió a decir que tenían uno en español por si lo quería volver a rellenar. La cosa rallaba el absurdo, incluso pensé a ver si había una frase críptica escondida en el formulario a especie de trampa. Pero le dije que sí, que estaba seguro. Y me hicieron pasar a parte y me invitaron a abrir mi mochila. Mientras me hacían preguntas con tono amable y paternalista. Primero si era profesor, lo cual lo acababa de leer en el formulario y si quería entrar en Australia para buscar trabajo. Esa pregunta me sacó de quicio (interior claro, por fuera aparentaba una mansa ovejita, pero que se creerán estos, pensaba en mi interior, tengo tres trabajos en mi país de los cuales estoy muy satisfecho y me dan (daban, mejor dicho) un salario que seguro supera al de este funcionario…), no respondí estoy dando una vuelta al mundo y ya tengo billete de salida de Australia para finales de septiembre. Luego me preguntó: ¿narcóticos, pornografía, etc.? Preguntarme eso a mi… que llevo una vida más pura que muchos religiosos, que me voy a dormir a las 9 o 10 de la noche y que no salgo a bares de copas ni otros vicios… le respondí en inglés: No sir, no narcotics, no women, no drink. Se pensó que me estaba cachondeando. No le debía cuadrar que un español no tuviera vicios y me preguntó si tenía cámara fotográfica. ¿Of course? Le contesté, de eso si que tengo. Saqué la reflex, la pequeña digital e incluso el móvil que también hace fotos. Incauto de mi… las quería para pasar una especie de trapito, al estilo de C.S.I para luego darle el trapito a otro funcionario que le dijo: “narcotics examiner”. Enseguida empecé a pensar si mi cámara la habría tocado alguien… mi corazón empezó a latir más deprisa… hasta que hizo la pregunta que esperaba oír hacía rato: ¿Y de que da usted clases?, Criminal law (Derecho Penal) le dije. Eso le confundió. Vi entonces que mi nerviosismo se lo acababa de pasar a él. Volvió el funcionario con el pañito diciendo “clean” (limpio) y el registro acabó con unas amables palabras de: “enjoy your visit in Australia” (disfruta de Australia). \n\n

    Esto confirmó mi teoría de que nuestro mundo “civilizado” todavía es esclavo de las apariencias. Un mochilero sin afeitar debe llevar drogas, en cambio las parejas de novios japoneses van a disfrutar del sol Australiano… Por eso, me dije, sigue entrando droga y otros sujetos desaprensivos en todos los países y a veces incluso en nuestras vidas. \n\n

    Llovía en Cairns, incluso le pregunté a una amable camarera donde fui a desayunar si era la “dry seasson” (estación seca) como había leído. Y me dijo que sí, pero que llevaba tres semanas lloviendo y que el tiempo estaba un poco loco. \n\n

    \n\n\n

    Pero, con el optimismo que me caracteriza, pensé que al día siguiente saldría el sol. Y no fue así. Salió esa misma tarde y ya no dejaría de lucir en todos los días que estuve en Cairns. De hecho la apatía del recibimiento a Australia se transformó en todo lo contrario en cuestión de horas. Esa misma tarde contraté un crucero para bucear en la Gran Barrera de Coral y estuve cuatro días haciendo un buceo espectacular, con días de sol, compañeros majos en el barco, agua de una visibilidad increíble, tiburones, meros enormes, etc… Os podría explicar muchas otras curiosas anécdotas como varías rémoras que venían a engancharse en el pelo de mis piernas mientras buceaba y ello provocó que alguien dijese que los peces me querían. De hecho algún día tendría que hacer un post exclusivo con todas las anécdotas que me han ocurrido en muchos países por mi condición de “hombre de bastante pelo”, como en Uganda, que los niños se entretenían en “enganchar” flores en los pelos de mis piernas, etc… Pero tanta anécdota haría que esto, en lugar de un post pareciese un libro, y nadie ha entrado en este Blog para leer ningún libro. \n\n\n

    \n\n

    Así que los restantes días que pasé en Cairns también fueron estupendos visitando la ciudad y su precioso Jardín Botánico y a varios quilómetros más al norte, visité “Cape Tribulation” y el río Diantre, preciosa zona de playas vírgenes y bosque tropical. Así pasé mi primera semana Australiana… como podéis ver, llena de aventuras. Y de aquí me voy hacia Darwin, al norte de Australia. \n\n

    Todas las fotografías son de Cairns, Cap Tribulation, Lizard Island y Port Douglas en Queensland así como de la Gran Barrera de Coral desde el barco donde estuve buceando y desde el aire. Espero os hayan gustado. \n\nPero que fácil es hacer bonitas fotografías cuando la belleza rezuma ante tus ojos.\n\n

sioc:created_at
  • 2010-09-04 06:38:19
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/lorenzo/2010/9/4/australia-1-parte-queensland (xsd:anyURI)
sioc:title
  • AUSTRALIA (1 PARTE): QUEENSLAND
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all