LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_LOS-LIMITES-DE-LA-TIERRA_2008_10_9_LA-SENCILLEZ-LA-INTELIGENCIA

En la entrevista se comporta como un escéptico jovial. Se sienta de manera relajada, y no es afectado, ni en sus gestos ni en sus ideas. Habla delante de las cámaras como si hablara con un amigo. \n\n

Sin embargo, es un hombre maduro, un antiguo Gobernador del Banco de España. Por lo tanto ha estado más relacionado con la regulación y el control que con el negocio puro del dinero. \n\n

Habla con convicción, con la responsabilidad de quien sabe que las cuestiones importantes deben de ser tratadas con toda la ciencia conocida. Pero sus convicciones no están reñidas con un ácido escepticismo, con una visión de la realidad que aunque él no lo quiera se cae del lado del pesimismo. \n\n

Han bastado unas frases para que lo hayamos conocido.¿Cómo no sentirme sorprendido delante de Luis Ángel Rojo, mientras responde a las preguntas de Iñaki Gabilondo? El viejo banquero habla relajado, y no se siente presionado por el viejo periodista, y los dos hablan en un tono que me recuerda las conversaciones que podemos tener con nuestros mejores amigos, a los que conocemos desde siempre, y con los que podemos ser sinceros hasta el límite de lo posible. ¿Por qué la verdad que intuimos en las palabras de ciertas personas nos ayuda a entender el mundo? ¿Por qué la lucidez no comunica pesimismo, a pesar de que no se puede ser lúcido sin decir la verdad, y la verdad con frecuencia no es un bálsamo?\n\n

¿Por qué hay personas que son capaces de mostrar su sabiduría con tanta sencillez, mientras que otros se pierden en devaneos insulsos y contradictorios? La entrevista es demasiado corta y me quedo con las ganas de saber más acerca de sus opiniones sobre la economía española, de sus puntos de vista sobre cualquier cosa. Estamos acostumbrados a oír siempre las mismas respuestas insubstanciales de los políticos, de los futbolistas y de los cantantes famosos, así que cuando alguien habla con sinceridad me quedo alelado, como si estuviera delante de un espejismo, y no me lo acabara de creer.\n\n

Porque la sinceridad no viene de la inocencia. Al contrario, procede de la libertad que da el conocimiento.\n\n