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'Confiemos en la misericordia de Dios'. Se lo oigo decir a alguien. Y, sin embargo, yo desconfío de la misericordia de Dios. ¿Cómo se puede confiar ahora en Su misericordia,si antes de ocurrir el accidente no la tuvo? Confiar en la misericordia de Dios después del accidente significa que aceptamos la existencia de un Dios que sólo interviene para consolarnos después de la tragedia, pero que no se atreve a intervenir para ayudarnos antes, cuando realmente Le necesitábamos. Un Dios que nos deja solos ante el peligro, y que luego interviene para consolarnos: preguntémonos acerca de su Ser. No es posible que Dios se desentienda y que luego, después del terrible castigo, sea misericordioso.Nuestra libertad sería sólo una libertad para el peligro, pero no para el consuelo. No nos podemos abandonar a Él, esperando que nos consuele. Lot se salva gracias a la misericordia de Dios. Y le avisa a Noé para que se construya un arca. ¿Y los demás? ¿Nadie más merecía ser salvado de la destrucción? ¿Podemos confiar en la misericordia de un Ser tan implacable? ¿Y si no somos Lot o Noé? No deja ni tan siquiera mirar hacia atrás, no nos deja tener memoria. Que se lo pregunten a la pobre mujer de Lot. Pienso que estamos solos, y no hay más misericordia que la de cada uno de nosotros.Nuestra libertad es la libertad del Hombre Solo: cada hombre solo,con sus miedos y su esperanza. Estamos solos, irremediablemente, y sólo podemos esperar la misericordia de nuestros semejantes. Lo demás es silencio.\n\n \n \n\n
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