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  • Parece que nos esperan como viejos guerreros que se han pasado para siempre al bando de los pacifistas.\n\n Andamos con los pies descalzos sobre la arena y nos topamos con ellos, con los búnkeres, sin saber cómo mirar estos artefactos de hormigón que quizás no tengan más función que la de estar donde están, a la espera de alguno de nosotros, los herederos callados de la guerra.\n\n Podrían ser una huella del pasado, sin más, una huella de Algo que cumplió una función en un momento dado. Podría ser que su supervivencia se deba al azar o a la desidia de los municipios.\n\n Sin embargo, no es así: por múltiples motivos, que también tienen que ver con la casualidad y con las diferentes perspectivas que el tiempo otorga a lo que nos ha sido legado, los búnkeres tienen ahora una misión que cumplir.\n\n Y la cumplen: son un límite para la especulación. \n\n Algunos artistas han dibujado, en todo su perímetro, extraños arabescos y líneas de significación profunda. Lentamente, como viejos exploradores, aprendemos a descifrar el enigma de su función: los búnkeres de la Guerra Civil sirven ahora para defender el paisaje marino. \n\n Hay algo que los convierte en un adorno peligroso para los Depredadores. Al acercarnos, sólo pensamos en la repisa de su parte inferior, en la que nos sentamos para dejar la ropa y las abarcas. Pero en cada palmo de su contorno hay restos de estupor, y de una incógnita que tiene una respuesta deslumbrante y hermosa:¿será posible que con el tiempo se hayan convertido en los mejores guardianes del paisaje? \n\n Sí, sin duda.\n\n Nadie puede imaginar la coexistencia de hoteles y de búnkeres. Son las garitas donde monta guardia la moral de los planes de ordenación del litoral de las Autonomías.\n\n Cada vez que pasamos por delante, sentimos que estamos viajando simultáneamente al pasado y al futuro. Estamos seguros de que nadie se atreverá con ellos: se construyeron para ser indestructibles, y es ahora, setenta años después, cuando su fortaleza empieza a dar sus mejores frutos.\n\n Los búnkeres han dejado de ser un símbolo de la inmovilidad, y se han convertido poco a poco, en un límite para la especulación. \n \n \n \n \n\n \n\n
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  • 2008-08-23 13:44:24
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  • Los guardianes del paisaje
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Metadata

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