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Mi amigo Biel se ha detenido hoy durante un viaje por el interior de la isla\ncon la intención de fotografiar una pequeña loma y unas nubes muy densas que cruzaban el cielo. \n\n No había nadie, pero algo le ha llamado la atención: el canto de las cigarras. \n\n Nunca me había dado cuenta, me dice: es un ruido ensordecedor. \n\n Hemos hablado un buen rato, y hemos recordamos la fábula de la cigarra y la hormiga, que siempre me pareció extraña. Yo entendía la moraleja que el maestro nos remarcaba con énfasis, pero había algo inquietante que no lograba captar.\nLos niños no logran racionalizar la mayor parte de lo que viven, pero no se dan cuenta, y se acercan a su pequeño rincón del mundo con los ojos de los sueños, no con la lupa de la razón.Sin embargo, hay niños que son capaces de ver más allá de lo evidente, y buscan la solución de algún enigma inventado. A los dos se nos ha aparecido de golpe en la memoria aquel amigo común -Lluís- que un día nos dijo que él podía calcular el número de cigarras de una garriga. Era un niño muy inteligente que veía problemas donde los otros no lográbamos entrever más que vaguedades: por ejemplo, estaba interesado en la sucesión de los números primos, y no se conformaba con saber los primeros de la lista. Estoy seguro, nos dijo, que el número de cigarras es un número primo. Y estableció la hipótesis de que el mínimo común múltiplo del número de unidades de cada tipo de árbol o arbusto de la garriga\ncontendría el germen de su investigación. Estudió el hábitat de las cigarras,\nsus características físicas, su ciclo vital. Se lo comentó al maestro al empezar el curso, y el maestro le animó. Después nos olvidamos de aquello, como ocurre a menudo con las hazañas de la infancia, que desaparecen para resurgir más adelante con un nuevo impulso. \n\n Hace poco me encontré con él y nos acordamos de su investigación. Me dijo que sigue convencido de su hipótesis infantil, y que tiene que haber algo hermoso en esta música extraña de las cigarras. \n\n ¿Qué opinas?, le pregunto a Biel. Y le digo que a mí me parece fascinante \nque Lluís siga con su empeño de la infancia.\n\n Me gustaría pensar que Lluís tiene razón, me contesta Biel. Pero yo me conformo con la música.\n\n
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