sioc:content
|
-
Vuelvo al hombre sin rostro de Max Neumann, porque me ha perseguido su imagen vacía desde ayer, sin que yo lo quiera. Lo que respresenta es mucho más que lo que vemos, como si el vacío pudiera también ser algo que nos transmite una sensación de humanidad. ¿Puede una cara sin rostro ser algo con alma? Lo que nos inunda es un sentimiento de consuelo, un deseo de consolar a alguien desconocido, y una necesidad de descubrirnos a nosotros mismos. ¿Quizás esta cara sin rostro podemos ser nosotros mismos? ¿Nos conocemos lo suficiente? Yo me apunto a la búsqueda, y me voy acercando a una luz que ha sido una revelación, un atisbo de sombra que busca la luz, una necesidad de saber donde estoy. El rostro vacío soy yo mismo.
|