|
sioc:content
|
-
Y al final pienso que he asistido a una historia de amor. Salgo del cine conmovido por la resurrección emocional de Walter Vale, un hombre fatigado que encuentra por azar un nuevo origen. \n\n ¿O sólo un paréntesis emocional en su letargo?\n\n The visitor es una interrogación sobre la vida que perdura en el corazón humano, a pesar de los sinsabores de la experiencia. ¿Qué es lo que buscamos sin saberlo? El presente es una sucesión de fuerzas movidas por una mano indiferente. Ni destino ni maldición ni azar, sino algo a lo que nos referimos con el pensamiento y que no sabemos cómo nombrar. \n\n Pero sirve, a veces.\n\n Cambias el ritmo de la música por otra, te acercas al origen, al centro de la experiencia, que es la situación en que no nos cerramos a nada, aunque al principio nos parezca peligroso, o innecesario. Avanzamos en ello, y puede surgir el horror o la hermosura.\n\n Surge la hermosura, a veces.\n\n Y si no estamos ahí, si no hemos sabido elegir el punto preciso de su aparición, lo perdemos.\n\n Es el punto en que se encuentran Walter Vale y Mouna.\n\n
|
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}