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A veces está todo tan lejano que dan ganas de hacer lo mismo que Descartes al final de la obra de teatro 'Encuentro de Descartes con Pascal joven'. \n\n Descartes apaga la vela y todo queda disuelto en una oscuridad densa, casi líquida. Pero al hacerse la luz de nuevo Descartes se ha convertido en Flotats, y Pascal en Triola, y todo parece volver a una extraña normalidad.\n\n Quizás parezca todo muy fácil, pero en una buena obra de teatro las conversaciones proceden no sólo de alguien que suplanta a alguien, sino de nosotros mismos, que deberíamos interpelar a los actores.\n\n Siempre me quedo suspendido en la noche, después de salir del teatro. La música es más ligera, sólo da, y no espera más que el consuelo de sus amantes. En cambio el teatro experimenta siempre con la vida verdadera, como Descartes con Pascal joven. Y si alguien apaga la luz, todo vuelve a la normalidad, aunque yo pienso que nunca es cierto del todo.\n\n \n\n
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