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Las ciudades y pueblos arbolados y floridos son más agradables de vivir. Más agradable en lo visual, más agradable en lo olfativo.\nLas nuevas construcciones, las nuevas urbanizaciones, tienen todas sus jardines, más o menos amplios, con árboles y plantas. Se privatiza lo verde. Es un fenómeno que se encuadra en la privatización del espacio urbano. Esta concepción urbana es ajena a la historia y espíritu de la ciudad mediterránea y europea, que fundamentalmente se ha caracterizado por una manera de usar y disfrutar colectivamente el espacio urbano.\nLa trama urbana, los espacios públicos urbanos (calles, plazas, parques), deben tener una mayor extensión verde y florida, de forma que esos lugares públicos ofrezcan una calidad equivalente a la de los sitios privados y espacios interiores. Esa es la función del urbanismo, promover una calidad urbana pública, construir ciudades más agradables, producir un espacio público más vivible.\nEn Francia existe un consorcio público-privado, denominado Conseil National des Villes et Villages Fleuris, que promueve que los pueblos y ciudades sean lo más y mejor verdes y floridos que sea posible. Los pueblos y ciudades compiten por ello y se les califica con una a cuatro flores. Los que participan en tal concurso a su entrada, junto con el nombre del pueblo o ciudad, anuncian su florida categoría.Podríamos copiar el ejemplo. Eso sí, que los árboles y las plantas sean autóctonas y de bajo consumo de agua en la medida de lo posible, con sistemas de riego eficientes que hagan un uso racional del agua evitanddo su despilfarro.\n\n
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