LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_MI-AFRICA_2010_1_11_LA-MIRADA-DEL-CERDO

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Tras el lento y penoso transcurrir de estos tres últimos meses recluido en un hospital, mi cuerpo, antaño victorioso guerrero en mil batallas, entabladas con todo tipo de virus y desalmadas bacterias, ha sucumbido ante un traicionero y vil ataque perpetrado por un enemigo inesperado… el sebo.\n\n\n\n

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Dos pecados mortales se han aliado contra mí, la pereza y la gula. Se han unido por un lado, la pasividad total que he sufrido al estar estos meses durante horas y horas sentando en un viejo sofá de hospital, ocupado únicamente en vigilar los altibajos de la precaria salud de mi padre. Por otro lado, la traicionera tradición de la Navidad, con sus comidas y cenas, sus dulces y su maldito espíritu navideño que no es otro más que comer y beber como si el mundo se fuera acabar en el 2010. A este paso de desenfrenadas y opíparas comilonas, lo que se va a acabar este año es la comida y el papel higiénico.\n\n

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He sido victima de un terrible ataque a mi persona perpetrado por estos dos terribles enemigos; la pereza y la gula. He perdido la guerra, todos los sebos, grasas y fluidos adiposos de este mundo cruel, se han confabulado para atacarme y aferrase a mi con tal saña, que dudo que algún día mi cuerpo recobre su diseño original. \n\n

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El espejo, ¡Maldito cabrón!, me muestra un ser embutido en carnes, con una cara oronda e hinchada, en la que únicamente derrochando una imaginación extrema, uno puede llegar a la conclusión que ese cebado cerdo que me mira, soy yo. \n.\n

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