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  • DEL LOUVRE A LA ÓPERA\n\n

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    Antes de convertirse en el museo más importante de toda Francia, el Louvre tuvo un pasado ligado a la realeza. Construido como fortaleza en 1190 por el rey Felipe Augusto para proteger Paris de los ataques vikingos, fue el rey Carlos V quien la convirtió en residencia real. El actual aspecto del Louvre se lo debemos entre otros a Francisco I quien para hacer más habitable la fortaleza y más acorde con los nuevos gustos renacentistas la mandó derribar y construir sobre sus cimientos el nuevo palacio real.\n\n

    Aunque el Louvre sufrió ampliaciones durante siglos la última fue sin duda la que más controversia levantó entre los parisinos: la nueva entrada al museo o lo que es lo mismo, la pirámide de cristal. Para muchos esta pirámide era demasiado moderna para un entorno tan clásico como el del Louvre, pero a la larga ha sabido ganarle la partida a sus opositores y hoy es uno de los símbolos de la ciudad.\n\n

    Si va a entrar al museo tenga muy en cuenta que quiere ver, pues la colección del Louvre es inabarcable para una jornada. \n\n

    www.louvre.fr/\n\n

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    El Arco del Triunfo del Carrousel, construido para celebrar las victorias de Napoleón en 1805, es la puerta de entrada al jardín de Tullerias.\n\n

    Estos jardines formaron parte del Palacio de las Tullerias, que en 1871 fue quemado por los comuneros. Hoy es uno de los espacios verdes más concurridos de la ciudad.\n\n

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    Dirigiéndonos hacia el Sena un edificio se levanta imponente en la otra orilla: es el museo D´Orsay, considerado como el más bello de Europa. Si el Louvre es el templo del arte clásico y el Pompidou el del arte moderno, el museo D´Orsay recoge el medio siglo de arte que va desde el Segundo Imperio de Napoleón III a los albores del Cubismo. Aquí se encuentran las obras de los más reconocidos pintores impresionistas, desde Van Gogh a Tolouse-Lautrec pasando por Gauguin, Manet, Monet o Degas. El edificio que alberga semejante colección es en si mismo otra obra de arte. Fue la estación de la compañía ferroviaria Paris-Orleans hasta 1939. \n\n

    www.musee-orsay.fr\n\n

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    Siguiendo nuestro itinerario llegamos a la Concordia, una de las plazas históricas del centro de la ciudad. Concebida inicialmente para albergar la estatua del rey Luis XV, esta dio paso a la guillotina durante la revolución. Para dejar atrás tan macabro pasado, fue rebautizada como Concordia y embellecida en el siglo XIX con el gran obelisco cuyos jeroglíficos ilustran las hazañas del faraón Ramsés II. \n\n

    La Plaza de la Concordia está flanqueada en sus extremos por 2 importantes edificios: la Asamblea Nacional, sede de la cámara baja del Parlamento desde 1830 y la Iglesia de la Madeleine construida al estilo de un templo griego clásico.\n\n

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    En línea recta al camino empezado en el museo del Louvre llegamos a los Campos Eliseos, la vía más famosa de la capital.\n\n

    Esta larga avenida, que nos lleva hasta el Arco del Triunfo arranca en sus jardines en los que se pueden contemplar y visitar el Petit y el Grand Palais, dos espacios expositivos de principios del siglo XX. \n\n

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    Acercándonos de nuevo hasta la orilla del Sena descubrimos el puente más bonito de Paris, construido como el Petit y el Grand Palais para la exposición Universal de 1900.\n\n

    Farolas, querubines, ninfas y caballos alados decoran el Puente Alejandro III, una magnífica obra de ingeniería cuyo diseño estuvo sujeto a estrictos controles para evitar que ocultara la vista de los campos Eliseos o Los Inválidos, un imponente edificio construido entre 1671 y 1676 por orden de Luis XIV para los veteranos de guerra sin hogar. En el centro de este conjunto destaca el brillante techo dorado de la iglesia del Dôme, que señala el lugar donde reposan los restos de Napoleón Bonaparte, cuyo cuerpo fue traído desde Santa Elena 19 años después de su muerte.\n\n

    www.invalides.org/\n\n

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    Pronto la tranquilidad de los jardines y la majestuosidad de Los Inválidos dejan paso a los restaurantes de lujo, las tiendas caras o los teatros, en definitiva al bullicio de una calle irrepetible. Elegir un lugar para comer en Los Campos Eliseos es solo cuestión de cuanto dinero se quiere gastar.\n\n

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    La recta final de los Campos Eliseos nos lleva hacia la plaza Charles De Gaulle, en la que se encuentra el Arco Del Triunfo más famoso del mundo. Fue mandado construir por Napoleón en 1805, aunque el no pudo verlo terminado ya que murió 15 años antes de que se concluyese. Realizado en honor de los militares de la revolución y del imperio hoy es el lugar del que parten las grandes celebraciones y los desfiles militares franceses. La batalla de Austerlitz, el triunfo de Napoleón o la partida de voluntarios en 1792 son algunos de los acontecimientos que decoran el arco.\n\n

    Antes de subir a la azotea hacemos una parada ante la tumba del soldado desconocido, caído durante la 1ª Guerra Mundial.\n\n

    Ya en lo alto nos damos cuenta de que este es uno de los mejores miradores de Paris, donde confluyen nada menos que 12 avenidas.\n\n

    Desde aquí surge ante nuestros ojos el nuevo Paris materializado en La Defensa, el centro de negocios creado en 1958. A este complejo de rascacielos se añadió 30 años después el gran Arco de La Defensa, una enorme estructura cúbica capaz de contener la catedral de Notre Dame, y que cierra el eje Louvre - Concordia - Arco del Triunfo.\n\n

    http://arc-de-triomphe.monuments-nationaux.fr/ \n\n

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    Para llegar a la Gran Ópera de Paris, el próximo destino, hay que coger la línea amarilla del metro hasta la parada de Tullerias. \n\n

    Nos hemos bajado en Tullerias para acercarnos hasta la Place Vendôme un auténtico e inalcanzable lujo.\n\n

    Presidida por una gran columna coronada por la figura de Napoleón, es a ras de tierra donde entenderemos porque esta plaza es una de las más exclusivas de la ciudad. Si tiene suficiente liquidez además de comprar en sus lujosas y caras tiendas, puede pasar una noche en el Ritz, pero si no quiere poner en un compromiso a su tarjeta de crédito haga como el 90 % de sus visitantes: limitarse a mirar sus escaparates.\n\n

    Si el día empezaba en un palacio lo despedimos yendo a la Ópera Nacional de Paris, un edifico que recuerda una gran tarta de boda.\n\n

    Su inconfundible aspecto se debe a la mezcla de materiales como la piedra, el mármol o el bronce, y de estilos que van desde el clásico al barroco.\n\n

    www.operadeparis.fr/\n\n

    En el entorno de la ópera confluyen algunos de los grandes Boulevares de la ciudad como el de los Italianos, los Capuchinos o el Boulevard Haussman, que responde al nombre del ingeniero responsable de la transformación urbanística de Paris a mediados del siglo XIX.\n\n

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    Día 2: Paris en euros\n\n

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    El Louvre – 9 €\n\n

    Museo D´Orsay – 8 €\n\n

    Tumba de Napoleón – 8,5 €\n\n

    Arco del Triunfo – 9 €\n\n

    Ópera de Paris – 8 €\n\n

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  • 2009-09-02 08:15:38
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  • Paris en tres días. Día 2
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