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  • DE MONTMARTRE AL BARRIO LATINO\n\n

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    Para llegar a Montmartre lo mejor es coger el metro y bajarse en la parada de Abesses para poder admirar su entrada, una de las pocas estaciones de estilo Art Nouveau originales que quedan en la ciudad. Desde aquí, andando, nos encaminamos al Sagrado Corazón.\n\n

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    Al estallar la guerra franco-prusiana en 1870 dos comerciantes católicos hicieron un voto religioso, construir una iglesia al Sagrado Corazón de Jesús si Francia evitaba la inminente agresión. El lugar elegido fue la colina de Montmartre en la que se levanta espectacular esta basílica construida en un curioso estilo mezcla de románico y bizantino. \n\n

    www.sacre-coeur-montmartre.com/\n\n

    Una gran escalinata en la que no faltan ni los vendedores ni los turistas nos lleva hasta la entrada de la iglesia, desde donde se obtiene una maravillosa vista de la ciudad.\n\n

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    La colina de Montmartre es como un pueblecito en medio de la ciudad. Andando por ella descubrimos calles estrechas, terrazas, largas escalinatas o pequeñas plazas, como la Place Du Tertre, conocida como de los pintores. Aquí el tiempo parece haberse detenido, pues como sucedía en el siglo XIX retratistas y pintores exhiben sus trabajos.\n\n

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    Antes de marchar de Montmartre hay que bajar hasta el boulevard de Clichy, más conocido como Pigalle. Entre los sex-shops y lugares de espectáculos eróticos descubrimos el famoso Molino Rojo que desde hace 107 años es la sala de baile más famosa de la ciudad. Asociado para siempre con el can-can fue aquí donde Toulouse Lautrec encontró la inspiración para sus dibujos y carteles más célebres. \n\n

    www.moulinrouge.fr\n\n

    Si viene con niños a Pigalle procure ir por el centro de la avenida, pues en las puertas de los locales las fotos suelen ser demasiado explícitas.\n\n

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    En la parada de metro Blanche cogeremos la línea azul hasta la parada Charles de Gaulle-Etoile, donde haremos trasbordo hasta Trocadero. Allí nos espera la Torre Eiffel.\n\n

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    Una de las mejores vistas de la Torre Eiffel se obtiene desde el Trocadero, un palacio neoclásico que alberga los museos del hombre, el patrimonio, la marina y el cine francés. Asomándonos a sus balcones de cara a la torre vemos los jardines y sus fuentes, cuyos cañones apuntan directamente a la imagen de París por excelencia. \n\n

    Construida para ser admirada por los visitantes de la Exposición Universal de 1889 la Torre Eiffel sólo iba a ser un añadido pasajero al perfil de la ciudad. Sólo el tiempo ha hecho que esta construcción duramente criticada en sus comienzos se haya convertido en el símbolo, no solo de París, sino de toda Francia. Esta obra de ingeniería proyectada por Gustavo Eiffel, que llegó a vivir en la torre junto a su hija, tiene tres niveles: el primero a 57 metros del suelo, el segundo a 115 y el tercero a 276 metros de altura. Eso si, las colas están garantizadas para cualquiera de ellos.\n\n

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    Las cifras que presenta la torre son espectaculares. Tiene dos millones y medio de remaches que la mantienen firme, pesa 10.000 toneladas, su altura total contando con la antena es de 324 metros, y cada siete años son necesarias 70 toneladas de pintura para mantenerla perfecta.\n\n

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    Aunque lo mejor son sus vistas en cada uno de sus niveles se ha pensado mucho en el turista: hay tiendas de recuerdos, una oficina de correos, cafeterías y un magnífico museo que cuenta la historia de la torre.\n\n

    www.tour-eiffel.fr\n\n

    Dejando atrás la torre, y utilizando el metro, nos desplazamos ahora hacia Saint Germain y el Barrio Latino.\n\n

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    Saint Germain, en la orilla izquierda del Sena, ha sido centro de reunión de políticos e intelectuales, como Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus o Hemingway; se puede decir que la filosofía y el arte existencialista nacieron en esta zona después de la Segunda Guerra Mundial. Es un espacio lleno de bares, cafés y brasseries, como los famosos Café de Flore, Le Deux Magots o la Brasserie Lipp.\n\n

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    Muy cerca de estos cafés esta Saint Germain des Prés, la iglesia más antigua de París. Data del siglo XI aunque fue restaurada en el siglo XIX.\n\n

    Sobrevive una de las tres torres originales, con uno de los campanarios más antiguos de Francia. En su interior está enterrado el filósofo René Descartes.\n\n

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    Dejando atrás el ruidoso Boulevard Saint Germain se encuentra la iglesia de St Sulpice, hoy en día famosa muy a su pesar. El Código da Vinci de Dan Brown convirtió esta iglesia en centro del Priorato de Sion, aquella hermandad que guardaba los secretos del Santo Grial. Desde la iglesia se asegura que todo es una patraña del famoso escritor, pero los turistas seguimos la línea rosada quizá con más curiosidad que convencimiento.\n\n

    Esta iglesia está enclavada en el Barrio de Luxemburgo, que toma el nombre de un palacio y sus jardines, un auténtico refugio en el corazón de la ciudad. El jardín es un verde oasis de 25 hectáreas en el que no faltan fuentes, un lago octogonal generalmente repleto de barquitos de vela, un café al aire libre y todo aquello necesario para dar un agradable paseo.\n\n

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    Cruzando el Boulevard Saint Michel llegamos al Panteón, un antiguo templo inspirado en el Panteón de Roma, en cuya fachada se puede leer “A los grandes hombres La Patria en Reconocimiento”, y es que en este edificio, hoy civil, están enterrados importantes hombres de la vida francesa como Víctor Hugo, Emile Zolá, Volteaire o Alejandro Dumas. Además en su interior se puede ver el Péndulo de Foucault, con el que demostró la rotación de la Tierra.\n\n

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    Muy cerca del Panteón nos podemos tomar un respiro en la Place de la Contrascarpe, una pequeña plaza llena de bares y restaurantes muy animada los fines de semana.\n\n

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    Aquí, en la plaza de la Contrascarpe nace la calle Mouffetard, una de las más viejas de la ciudad. Hay montones de restaurantes y un maravilloso mercadillo diario de los más tradicionales de París. \n\n

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    Desde la Edad Media, el Barrio Latino, pegado al Sena, ha estado dominado por la Universidad de la Sorbona, un espíritu estudiantil que nunca ha perdido. De hecho este fue el lugar elegido por estudiantes y obreros en mayo de 1968 para protestar contra la Guerra de Vietnam y que terminó en expresión de descontento contra el Gobierno francés. Esta zona asociada con artistas, intelectuales y la vida bohemia esta repleta de cafés, tiendas y librerías, como la famosa Shakespeare and Company consagrada íntegramente a la literatura en lengua inglesa.\n\n

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    La arteria principal del barrio es Saint Michel, y su plaza es uno de los puntos de reunión de la ciudad. Aunque digan que París es una ciudad con poca vida nocturna esto queda desmentido en el Barrio Latino. \n\n

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    Como le dijo Audrey Hepburn a Humphrey Bogart en la película Sabrina:\n\n

    “París es siempre una buena idea”. \n\n

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    Día 2. Paris en euros\n\n

    Moulin Rouge – 80 a 180 €\n\n

    Torre Eiffel – 13 €\n\n

    El Panteón – 7 €\n\n

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  • 2009-09-02 08:57:08
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  • Paris en tres días. Día 3
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