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  • En un blog cuya temática es la política no es común que se hable de felicidad, y menos aún que se felicite a alguien por algo, ya que normalmente escribimos sobre aquello que nos parece injusto o mostramos nuestro descontento por alguna decisión que no juzgamos correcta. Normalmente cuando un político hace algo de nuestro agrado (puede darse el caso) no se nos despierta ese gusanillo que nos hace lanzarnos a por el teclado, como dice Fernando Savater, antes de que se nos pase la indignación.\n\nEn este post nos saltamos esa regla, también la temática del blog, ya que (aparentemente) no hablaremos de política.\n\nMe gustaría enviar muchas felicidades (en el sentido estricto de la palabra, de desear felicidad) a todos aquellos investigadores y médicos que dedican su vida a crear vida y a mejorar las condiciones de la ya existente.\n\nEstas felicidades van dirigidas a los investigadores y médicos de gran nombre que trabajan en grandes laboratorios, pero sobre todo, a aquellos investigadores y médicos que con excasos recursos ponen su granito de arena en el avance de la ciencia, a aquellos jovenes investigadores que comienzan su carrera en alguna modesta Universidad. A los últimos les envío, sobre todo, muchos ánimos y fuerzas para superar aquellos momentos de flaqueza que, sin duda, llegarán.\n\nTambién son justos destinatarios de estas felicidades aquellos legisladores que con su labor fomentan la investigación y el avance de la ciencia médica, fomentan la vida y su calidad. Legisladores como Obama o Zapatero.\n\nDecía Eduardo Punset en un programa de televisión, que el ser humano es incapaz de pensar en algo que no conozca a priori. Yo difiero de esa afirmación pero, en estos días, reconozco mi incapacidad para acercarme a lo que podrá sentir Javier Mariscal cuando sea consciente de que nació para salvar la vida de su hermano. Tampoco puedo imaginarme lo que sentirá Andrés Mariscal sabiendo que su hermano le regaló la vida, ni lo que sentirán todos los profesionales que lo han hecho posible.\n\nIntuyo que es una sensación ajena al común de los mortales, sobre todo para aquellos que estatutaria y voluntáriamente son incapaces de crear vida. Como por ejemplo, Monseñor Martínez Camino.\n\nNo hace falta ser un lince para darnos cuenta que no todo es de color de rosa, falta financiación.\n\nMe cuesta creer que podamos enviar una canción que nos enviaron desde Brasil a un amigo que está en Japón y, sin embargo, aún seamos incapaces de curar enfermedades como el SIDA o el cáncer.\n\n¿Qué podían hacer nuestros investigadores con el dinero que cuesta,por ejemplo, el fichaje de Cristiano Ronaldo? ¿Qué podrían hacer con lo que ganará Michael Jackson en su próxima gira? ¿Qué podían hacer con el dinero obtenido con el gesto de marcar una casilla en la Declaración de la Renta destinada a Investigación Científica y Técnica?\n\nVamos por buen camino, pero debemos seguir avanzando. Más aún cuando el camino se muestre tortuoso, pedregoso, retorcido e incluso hipócrita.\n\n\n\n\n\n
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  • 2009-03-17 12:39:25
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  • Felicidades (la ciencia y el lince)
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