sioc:content
|
-
Los días se suceden con una repetición pasmosa. Un bucle sin principio ni fin. Nos solemos levantar a las 6 o 7 de la mañana y si el día está bueno, en un par de horas preparamos el desayuno, desmontamos el campamento y nos ponemos en marcha. \n\nCaminamos una hora y paramos 10 minutos para descansar y tomar algo de frutos secos o barritas energéticas (a veces también chorizo que está más bueno), y así hasta las 5 o las 6 de la tarde. Entonces, sin descanso, nos ponemos a montar el campamento. Se nos van otra 3 o 4 horas entre montar tiendas, fundir nieve para hacer agua potable, preparar la cena y meternos literalmente muertos de cansancio en el saco. Y así día tras día. Siempre rodeados por el gran desierto de hielo. Y con el nunataq solitario en frente. \n\nPD: Uno de mis compañeros de fatigas se queja de que no les he nombrado todavía. Es verdad. Aquí van sus nombres: Jose Luis Montero; Excelso Líder, capaz de arreglar cualquier cosa con su multiusos Lederman, desde un esquí a un platillo volante; Huberto Guinea, un tractor capaz de abrir huella 8 horas seguidas sin inmutarse, y José Javier Caracoles, la alegría de la huerta, capaz de repartir buen humor las 24 horas seguidas.\n\nSigue nuestros pasos (la clave es:tierraspolares).
|