PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • Hola. Estoy de vuelta. Por fin. Ya empezaba a sentir "mono" de blog, lo reconozco. Gracias a todos los que con vuestros comentarios habéis mantenido viva esta página durante estas dos semanas. Yo también os he echado de menos, no sabéis cuanto.
    También reconozco que antes de irme de vacaciones mentí, un poquito. O más bien no conté toda la verdad, que es otra forma de enfocarlo. Me explico. Es cierto que me tomé esas dos semanas de descanso, pero antes todavía me quedaba otro viaje de trabajo, casi seguido con el de Tahití.\n
    Esta vez se trataba de un crucero a bordo del Crystal Symphony , un barco de alto standing de la naviera norteamericana Crystal Cruises . Pero como sé por experiencia que desde altamar es imposible conectarse a internet (imposible a precios razonables; a 100 dólares la hora, el tiempo que quieras) preferí dejarlo para la vuelta y contarlo en diferido.\n
    Así que... me fui de crucero por el Báltico: Copenhague, Tallinn (Estonia), San Petersburgo y Estocolmo. Ok. Suena bien. Pero si hace unos años me dicen que yo me iba a montar en un crucero, me parto de risa. Bien es verdad que cuando uno es joven suele ser muy dogmático e intransigente.\n
    Reconozco que la serie "Vacaciones en el mar" le hizo tanto daño a los cruceros como "Tiburón" a los tiburones. Un crucero es presa fácil para el cachondeo literario. Algunas de las crónicas de viajes más desternillantes que he leído en mi vida giraban en torno a este tipo de viaje.\n
    Mi opinión empezó a cambiar hace 5 años, cuando tras una temporada muy loca de viajes profesionales me planteé con mi pareja qué hacer ese verano. Me apetecía viajar con ella, pero estaba muy cansado como para volver de mochilero a una pista sahariana. Así que decidimos tirarnos a la piscina y nos apuntamos a un crucero por el Mediterráneo. Un crucero de garrafón, de a 1.200 euros la tirada con todo incluido. El decorado perfecto para recrear un capítulo de la terrorífica serie.\n
    Y resultó un viaje inolvidable. No es que me convirtiera en un crucerista confeso, pero entendí que hay gente a la que le gusta esa forma de hacer vacaciones. Y que es tan respetable como cualquier otra.\n
    Para empezar descubrí que un crucero es la única manera de ver cinco ciudades sin hacer y deshacer cinco veces las maletas ni repetir cinco veces el ritual del taxi a la estación y de la estación al taxi. En un crucero, el que se mueve es el armario, no tu.\n
    Descubrí más cosas, pero como este post se está haciendo muy largo (tenía "mono" de blog, ya os lo dije), os las cuento mañana.\n
sioc:created_at
  • 2009-08-31 21:43:05
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/paco-nadal/2009/8/31/a-bordo-del-crystal-symphony (xsd:anyURI)
sioc:title
  • A bordo del Crystal Symphony
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all