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  • En Argentina , el presente tiene casi tanto o menos importancia como el pasado. Sobre todo si ese pasado fue glorioso. Por eso en Buenos Aires , cualquier ruta turística que se precie ha de incluir un cementerio, sobre todo si en él reposan un buen número de mitos del pasado. Y si de algo anda sobrado este país es de mitos. Desde Gardel a Evita.\n\nPor eso si un día vais al cementerio de la Recoleta, en el barrio del mismo nombre, os sorprenderá el trasiego de adoctrinados grupos de turistas que siguen al de la banderita, las manadas de adolescentes norteamericanos en bermudas y I-Pod y las numerosas parejas de mochileros con la Lonely Planet en una mano y la botella de agua en la otra. Parece un outlet en vez de un camposanto.\n\nEl cementerio de la Recoleta se inauguró en 1822 en el jardín contiguo a un convento de monjes recoletos. Desde entonces toda familia rica y de bien de la ciudad se ha levantado un mausoleo aquí. No es que sean maravillas de la escultura religiosa -hay de todo- pero he de reconocer que los panteones de la Recoleta forman un conjunto agradable y curioso, un remanso de paz en medio del tráfago urbano por el que uno pasea como si caminara por el más allá.\n\nEn cualquier caso, a lo que vienen los turistas a Recoleta es a ver un mausoleo muy concreto, el de la familia Duarte. En él está enterrado Evita, la gran Evita Perón (Duarte de soltera), mito entre los mitos, icono de un país experto en crearlos, adorarlos y odiarlos. Evita murió de leucemia en 1952 y cuando su marido Juan Domingo Perón fue derrocado en 1955 su cuerpo embalsamado inició un periplo digno de Willy Fogg para que no fuera ultrajado en Argentina. Estuvo en Italia y en España y tras varios intentos fallidos, regresó a Argentina por aclamación popular en 1976 y fue enterrada en el pabellón de su familia, no junto a su marido Perón, donde por fin descansa en paz.\n\nEl panteón no es fácil de localizar porque ocupa un rincón anónimo en uno de los anónimos callejones de la Recoleta. Pero si no lo encontráis, no hay problema para ubicarlo: ¡seguir a la multitud!\n\n(PD: no busquéis a Gardel aquí. Él descansa en el cementerio de Chacarita, otro hito en la ruta de los camposantos bonaerenses) \n
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  • 2010-03-10 09:39:32
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  • De turismo por el cementerio
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