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El movimiento ´slow´ realiza un "elogio de la lentitud" (Carl Honoré) en el sentido de potenciar un ritmo pausado en todos los ámbitos de la vida.\n\n Esta lentitud no es paralizante, sino que es más creativa, más racional, más humana que no el ritmo frenético de la vida que llevamos.\n\n Aplicada a los hábitos de comida (´slow food´) , esta lentitud o quietud recupera recetas tradicionales a partir de productos locales, pudiendo así disfrutar de la comida de siempre con sus tiempos y pausas adecuadas.\n\n También se promueven las llamadas ´slow cities´o ciudades agradables (como pueden ser Pals o Lekeitio) que permiten una vida tranquila, pausada. Es un modelo de ciudad respetuoso con el medio ambiente, que potencia el comercio, la alimentación y la cultura locales, consevando las tradiciones como signo de modernidad.\n\n Ciertamente la Palma reúne todos los requisitos para comulgar al 100% con esta (nueva) filosofía de la vida, que no es más que el buen estilo palmero de saber vivir. Disfrutar de una buena comida palmera, pasear por los pueblos y ciudades de la isla, por las plataneras, y gozar de la hospitalidad de los palmeros es algo casi impagable que tenemos muy cerca, en pleno Atlántico.\n\n \n\n
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