LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_PASAJEROENELTIEMPO_2007_11_17_EL-PUNTO-PARTIDA-IV

Con las primeras luces del alba y con un sol de justicia, el sonido de una campana, llamándonos el desayuno, nos invitaba a dejar nuestros camarotes e ir tomando asiento en una gran mesa bien dispuesta, con mucho esmero en la cubierta del velero. El bajel con un leve cabeceo proseguía su navegar con la proa enfilada hacia el punto cardinal naciente, encontrándose cara a cara con el astro rey.\n\n

\n\n

Tras un generoso desayuno, que por cierto me recordaba a los que solía hacer en algún que otro hotel. Cada uno se fijaba un programa para llevar a cabo en el día que teníamos por delante. Algunos se plantearon darse un buen chapuzón, otros a colaborar en las tareas de cocina, otro a probar fortuna con la pesca, y yo ilusionado en anotar alguna visión que venía y se iba, anunciándome que estaba en el lugar acertado en el momento preciso para que se produjera esa inspiración y poder interpretar y descifrar los flases que aparecían y se desvanecían, sin que yo tuviera control sobre ello.\n\n

\n\n

Tomé asiento en un lugar privilegiado, en el castillo de proa, justo detrás del mascarón. Y estuve unos instantes concentrado en la agradable sensación que me producía estar divisando el horizonte, y cómo el tajamar iba abriendo en canal las aguas del mar. El velero se deslizaba con una elegancia que me invitaba adentrarme en mi interior y sentir cómo la grandiosidad que me ofrecía esa visión estaba seduciéndome. Una sensación de paz y armonía se apoderó de mí y me sentí un ser afortunado.\n\n

\n\n

Me consideraba dichoso porque a través de unos sentidos vertidos hacia el exterior, tenía la capacidad de descubrir sensaciones que estaban latentes en mi interior, y el mar, el suave viento, el lejano horizonte, la unión de mar con el cielo en un mismo plano relajante para la vista y la compañía de algunos delfines acompañándonos en nuestra travesía, era el marco perfecto para que algunas puertas que permanecían cerradas a cal y canto, se abrieran de par en par y me mostraran la capacidad de sensación y experiencia inagotable que siempre había permanecido dentro de mi. ¿Qué increíble e inesperada sorpresa?\n\n

\n\n

Es curioso cómo la armonía del universo actúa de detonante para abrirnos y hacernos descubrir que somos seres afortunados por tener la capacidad de experimentar sensaciones increíbles que traspasan las fronteras de la comunicación y solamente cada uno de nosotros, en el silencio interior podemos descifrar y ser testigos de quiénes somos en realidad. ¡Qué maravilla de seres! ¿Cuánto habrá tenido que evolucionar este cuerpo para ser testigo de lo que experimento? ¿Por qué senderos habré caminado antes para llegar a este punto? \n\n

\n\n

El grito de Juan, mi amigo, invitándome a darme un chapuzón, me sacó de mis agradables y profundas lucubraciones. No podía negarme, hacía un calor insoportable, así que me puse el bañador y nos juntamos unos cuantos nadando cerca del velero y atentos a los peligros que entrañaba nadar en alta mar, a merced de animales que se encuentran en su hábitat y por supuestos diseñados para ese medio natural…\n\n

\n\n

Subimos a bordo y nos tendimos en la cubierta del velero a tomar un poco el sol. Me vinieron pensamientos y recuerdos de lo que había dejado atrás, mi familia, otros amigos de la facultad, proyectos de futuro… Pero necesitaba dejar atrás algo de mí y volver a renacer con ilusiones, búsquedas, nuevas experiencias… Un impulso que venía de lo más profundo me invitaba a seguir...\n\n