Escribiré un diario… Me hace ilusión… Me apasiona… Tener la posibilidad de mirar dentro de mí y descubrirme interiormente. Ir llenando las hojas de mi cuaderno con los sentimientos que, día a día, me aborden, me inunden y me colmen de alegría, felicidad, sosiego, tristeza, esperanzas, súplicas, reflexiones, ilusiones, proyectos de vida, etc. etc. \n
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¡Qué hermosa luna llena tenemos hoy! La superficie del mar está calma… Teñida de plata… Por el ojo de buey entra un haz de luz. Suficiente para inundar de luminosidad la estancia del camarote que me han asignado. Puedo ver con claridad el diario que he iniciado. Lo he titulado: […]. Deseo anotar las experiencias que vaya teniendo, a partir de este instante, en este crucero, a lo largo del Mediterráneo. Un precioso velero que compartimos varios compañeros de Universidad. No sé cómo, pero me he dejado embaucar por la invitación de uno de ellos. \n
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Parten con rumbo fijo hacia los países asiáticos. Y conociendo mis inquietudes existenciales, me han invitado. Sienten la necesidad de encontrar algo sustancial en sus vidas. Son un grupo de amigos, de clase alta, con la vida resuelta. Pero que respiran un cierto estado de descontento con lo establecido y con la sociedad de consumo. Tienen a su disposición todo lo que puede aspirar un ser humano a nivel material, pero lo rechazan. ¡Es curioso! ¡Unos tanto y otros tan poco! Quieren romper con la vida que llevan y buscar nuevas experiencias. En el fondo, como la mayoría de nosotros, pero ellos, al menos, el aspecto crematístico no le trae ningún quebradero de cabeza. Pueden permitirse el lujo de partir hacia la aventura en busca de no se qué. ¡Bueno, sí! Algo que de sentido a su vacía existencia, navegando a sus anchas, a costa de las rentas de sus adinerados padres. ¡Qué paradójico! \n
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¡Qué paz se respira en la noche estrellada! ¡Qué armonía! ¡Qué silencio! Me concentro en las ondulaciones del agua. Cómo la proa del bajel va cortando las aguas y dejando suavemente sobre la superficie del mar una estela que va perdiéndose y diluyéndose a lo que alcanza mi vista. \n
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La luna está acicalándose en su reflejo del mar. No quiero interrumpir este instante. Yo también me uno al profundo silencio. Quiero captar la música cósmica, el sonido de las esferas y adentrarme en su armonía. Soy testigo de los guiños que se hacen las estrellas… Y yo en medio de este escenario natural… A solas, conmigo mismo…. Presto atención al sonido que produce mi respiración. Me siento unido en un todo… ¡Qué increíble belleza se está manifestando ante mí! ¡Qué sinfonía interestelar! \n
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¿Quién soy yo? ¿Cuánto por descubrir? Cada vez me apasiona más este ser que empieza a ser consciente de la existencia. Cada día descubro cómo una zona muerta, desconocida hasta ahora, va cobrando vida en esta entidad pensante que se relaciona con el medio. Me siento afortunado de estar en este velero. Presiento que el destino me está abriendo unas puertas que hasta ahora estaban selladas a cal y canto. \n
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Con la suave brisa acariciando mi rostro y el acompasado vaivén del silencioso navegar, mis párpados comienzan a cerrarse lentamente. El cansancio me invade y caigo en un profundo sueño. \n
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