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\n\n No nos vamos a ir muy lejos. Sólo salgo del palacio de mis sueños unos minutos para encontrarme con la vista de mis sueños. Este lugar era mi válvula de escape. El lugar donde no había ponentes que me volviesen loca, no había enlaces de última hora, no había políticos y no había periodistas.\n\n \n\n Sólo yo, la silla gigante y el faro pequeño. A veces había viento. Ese viento que te daba en la cara y que se llevaba cualquier preocupación por pequeña que fuera. Me gusta volver a ese sitio de vez en cuando. Me gusta mirar la foto y sentir lo que siento.\n\n \n\n Tengo que reconocer que en el tiempo en que estuvieron esas sillas en el recinto del Palacio (era una exposición de arte al aire libre) nunca me subí a ellas. No me hacía falta.\n\n
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