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 Al salir de la pecera, te das cuenta de que tu mundo, ese que crees seguro y animado, no tiene nada que ver con otros mundos. Y aunque dos ciudades estén en el mismo país y separadas por unos cuantos kilómetros, te das cuenta de que son muchas las diferencias.\n\n \n\n Una de esas cosas que nunca pasan en Santander, son las concentraciones de besos como la que habrá hoy en Madrid. Dejando a un lado la publicidad gratuita que esta marca de ropa tendrá en todas las noticias de radio, televisión y periódicos; me gustaría quedarme con el simple acto de una reunión de besucones.\n\n \n\n ¡Qué idea tan bonita! Miles de besucones regalando besos. ¡Qué ratos tan buenos! Y ¡cuántas cosas se arreglarían con un beso sincero! ¿Os imagináis lo felices que seríamos si Obama y Hillary abrieran su boca pero para dar besos? ¿Y qué pasa si lo hicieran Mariano y José Luis? ¡Cuán felices seríamos si Mohamed Al Fayed se diera un beso con el Duque de Edimburgo! ¿Y un beso apasasionado entre Ronaldinho y Rijkaard? Y cuántos disgustos nos hubiésemos ahorrado si Hamilton y Alonso hubiesen tenido su particular concentración de besos en McClaren...\n\n \n\n Y sin darme cuenta, a las 8 de la tarde estaré sentada en mi pecera. Y sin darme cuenta veré a gente pasear por las calles o por sus peceras. Y sin darme cuenta me levantaré e iré hacia la pared acristalada. Y sin darme cuenta tiraré un beso hacia afuera. A las 8 de la tarde. No se os olvide.\n\n
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