LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_POLICHINELA-FRANCESA_2010_2_22_POLINESIA-FRANCESA

¿Cómo demonios llegarían los franceses a encontrar esto? El paraíso en mitad del océano. Nosotros nunca fuimos tan sutiles.\n\n \n\n

Llegamos ayer a eso de las 4.30 de la mañana. Donde vosotros estáis son 11 horas más. Llegamos a Papeete, capital de Tahití, una de las muchas islas que hay por aquí. Yo ya empecé a acojonarme cuando a nuestra llegada el termómetro marcaba 27º. ¡A las cuatro de la mañana! ¿Qué habrá a las cuatro de la tarde, maldita sea? Pues ya sé lo que hay a las cuatro de la tarde, 27º. Esto es el paraíso, lo dije al principio. Cuando llegamos ya estaba amaneciendo. Nos recibieron con flores y música. La piel se iba erizando. Control de pasaportes con una sonrisa (igualito que en Australia). Recojemos maletas, nos cambiamos de ropa en los baños y vamos saliendo hacia la calle. Poco a poco se iba adivinando el paisaje conforme salíamos al exterior. Primero alguna palmera, luego un poco de verde, luego algo de montaña, más árboles, grandes y frondosos, montañas de un verde eléctrico que abruma y más allá el cielo azul, el más azul del mundo. Fuimos a coger el autobús. Cuando llegamos a la parada, el océano. Apabullante. Y nuestra isla de Moorea, un poco más allá. Con montañas verdes y espesas, en cuya cima se posan algunas nubes como muchas veces nos las habíamos imaginado.\n\n \n\n

Cogimos el ferry a Moorea. A las cinco y media de la mañana, la Polinesia está a pleno rendimiento. Tiendas abiertas, gente yendo a trabajar, coches por la ciudad. Llegamos al bungalow a eso de las nueve, casi mediodía. Esto pertenece a una familia. Una californiana y un tahitiano con sus dos hijos, perros, gallos, lagartos, mosquitos... una gran familia en definitiva. A un minutito caminando la playa. Apartados de todos los resorts y de las zonas comerciales. Estamos entre autóctonos. Esto es increíble.\n\n\n

Esto es otro mundo.\n\n\n