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Aterrizo en el aeropuerto de Vientiane, tras 20 horas de vuelo con escalas en Londres, Baharain y Bangkok. \n\n Es una manana humeda y soleada en el diminuto y coqueto aeropuerto de la capital de Laos. Me reencuentro con el sudeste asiatico en un viaje que (si no ocurre ningun contratiempo) me llevara por tierras de Laos, Vietnam, Camboya, Taylandia ......... \n\n Los tramites de aduana son sencillos y rapidos. El taxi hasta el centro de la capital de precio fijo y economico para bolsillos occidentales. El alojamiento en Guest House, osea, hostels a un precio que se podria considerar irrisorio. Y es que Laos puede ser uno de los destinos mas economicos para el viajero occidental. \n\n El primer contacto con el pais no podia ser mejor. Me regalo el estomago con unos delicios noodles en sopa (esta comida puede ser considerado el alimento basico de todo Asia), en un puesto callejero. Sorprende la tranquilidad de la ciudad al mediodia de un dia laboral. No se oye ni un pitido, el trafico es fluido y relajado. \n\n Doy un primer paseo de contacto acercandome hasta el rio Mekong donde me sorprende una imagen espectacular, extasiante. El rio Mekong marca la frontera entre Taylandia y Laos. Es temporada de lluvias y baja con bastante agua, al limite de sus orillas, de echo estan preparados sacos terreros en la orilla para prevenir posibles desbordamientos. \n\n Me siento en uno de los numerosos restaurantes de la orilla. No son mas que unas precarias construcciones de madera y bambu con unas cuantas mesas. Aqui viendo la puesta de sol sobre el rio y disfrutando de la deliciosa cerveza local, el tiempo se detiene, mi cuerpo se siente en armonia con el entorno. Me despierta de mi extasis el camarero preguntandome si quiero otra cerveza, y por que no. \n\n
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