\n\nEl viento ha levantado sus alas, \ny ruge inmisericorde en cada esquina.\nInusual y caprichoso,\nraro como el avis mitológico.\n\nPero a mi no me importa,\ntengo un amante agarrado al pecho, \ncomo si de un bebe alimentándose,\nluchando por sobrevivir, se tratara.\n\nPero no es ninguno de los dos,\nqué más quisiera yo...\n\nNo hay querer peor recompensado,\nque el de este malestar que no cesa,\nal que se cuidamos con mimo y resignación\ny nos arrebata lo mejor de nuestro ser.\n\nAl final es como la falsa moneda, \nque de mano en mano va...\ny ni propa se lo queda.
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